Copa América: Chile campeón al ganarle la final a Argentina por penales
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Chile conquistó la Copa América Centenario al ganarle la final a Argentina por penales, luego de empatar 0-0 en los 120 minutos de juego. Con el mismo resultado que hace un año, los trasandinos repitieron el título y sumaron la segunda estrella a su escudo.
Chile ratificó su chapa de mejor seleccionado de América, confirmando que lo sucedido hace un año no fue casualidad. Pese a un inicio desfavorable, se plantó ante la adversidad y creció a partir del momento en que se quedó con 10 hombres para disputar con hombría una final que sacó a carácter, mostrando que también puede ganar sin desplegar su juego habitual.
Pese a ello, los argentinos salieron a jugar como debe disputarse un cotejo decisivo. Con actitud, fútbol y una presión asfixiante, el elenco de Martino obligó a Chile a salir con envíos largos, lo que aisló del cotejo a Alexis Sánchez y Eduardo Vargas sistemáticamente durante la primera etapa.
Argentina sorteó el intenso bloque de presión de la Roja, que apeló a la infracción para cortar el juego sin ruborizarse. Así, no sorprendieron las dos tarjetas amarillas de Marcelo Díaz antes de la primera media hora. Por claras faltas sobre Messi, el eje del fútbol chileno se fue a las duchas temprano, cuando apenas corrían 28 minutos.
Los albicelestes ya habían llegado con peligro antes de esa jugada, a los 20’, cuando un horror de Medel perdiendo el balón dejó a Higuaín mano a mano con Bravo. Sin embargo, el remate del Pipita salió apenas desviado. Cuatro minutos después avisó Otamendi con un cabezazo que también pasó cerca del arco trasandino.
No obstante, Argentina no pudo aprovechar el rato de superioridad numérica que tuvo. El juego ganó en fricción y el árbitro mostró una exagerada mano dura. Primero, Heber Lopes amonestó a Messi entendiendo que simuló en el área rival, y a los 43’ expulsó a Marcos Rojo por una falta sobre Vidal que era para amonestar.
Para el complemento reacomodaron fichas los entrenadores. Kranevitter entró por Di María y tomó el medio albiceleste, Mascherano retrocedió a la zaga y Funes Mori se desplazó al lateral zurdo, mientras que del otro lado Aránguiz y Vidal adoptaron una posición más central, sin que Fuenzalida se replegara. En los movimientos, fue más arriesgado Pizzi.
Ya sin la intensidad ni la presión alta de la primera etapa, ambos priorizaron el cero en el arco propio y se dedicaron a protestar cada pitazo. De fútbol, poco y nada. Chile emparejó el trámite después de un primer tiempo desfavorable, pero sin exigir a Romero hasta los 80’, cuando el arquero tapó un derechazo bajo de Vargas a la carrera.
Volvió a llegar Argentina a los 85’, cuando Agüero malogró un mano a mano definiendo mal. El Kun ingresó en lugar de Higuaín, de flojísimo partido. Recién a los 90’ volvió a tener ritmo el juego; Beausejour llegó al fondo por izquierda y Funes Mori evitó el gol de Sánchez con un gran cierre, y Messi replicó con una apilada definida con un disparo alto.
Ninguno pudo evitar el alargue, y recién en la prórroga lograron destacarse los arqueros. A los 8’ fue Romero, quedándose con un cabezazo de Vargas que pedía red, y segundos más tarde se agigantó Bravo sacando del ángulo un golpe de cabeza de Agüero. Después, más allá de las ganas de Messi, que siempre fue fouleado, pasó poco.
En Chile salió Sánchez, maltratado por Mercado con la complicidad del árbitro, y luego Vargas. En Argentina entró Lamela por Banega, pero ninguno de los que ingresó desde el banco pudo torcer el rumbo de una final que prometió mucho en la primera media hora y decepcionó en los 90 minutos posteriores, por lo que se definió en penales.