Eviscerado y congelado, un pirarucú de casi tres metros aguarda desde noviembre por su destino final.

«No he encontrado otro pez capturado que se acerque a este tamaño», dijo Renilton Solarth, un ingeniero de pesca, en declaraciones recogidas por el citado medio.

La captura se dio en un área donde 20 familias nativas llevan adelante desde hace tres años un modelo de pesca sustentable de esta especia, algo que ha permitido que los cardúmenes aumentaran en cantidad de individuos y en el tamaño de estos.

El animal, cuya edad se estimó en 30 años, requirió el esfuerzo de seis hombres para ser retirado del agua.

Actualmente, el pescado se conserva en un congelador industrial y su destino final todavía no está resuelto.

«Actualmente, estamos buscando socios para no dejar que esta reliquia se pierda», explicó Solarth, quien alentó una reunión entre varios organismos del gobierno y la comunidad científica.

Se espera que la ya mencionada Secretaria de Producción Rural se encargue de exhibir el colosal espécimen pero para eso necesitará apoyo económico y logístico.

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