(Dr. Álvaro Lima – Diputado FA Salto)
La emergencia sanitaria no ha logrado disimular aquellas primeras medidas económicas del nuevo gobierno del país.
Ellas, han significado verdaderas paralizaciones a la calidad de vida ascendente que veníamos usufructuando, como porción de la Nación.
Con aquel 1º de marzo multicolor, se confirmaba el aumento del dólar satisfaciendo los reclamos del sector agro exportador, de las cámaras empresariales e industriales y de grandes empresas, en perjuicio de la enorme mayoría de la comunidad uruguaya que vive, compra y vende en pesos.
Simultáneamente, se terminaron los reclamos del sector primario de la economía uruguaya que en 15 años de gobierno frenteamplista vio crecida su riqueza en un 45% del PIB (producto interno bruto), es decir, aumentó en casi la mitad su patrimonio de bienes y ganancias.
El alza general de los precios de los productos que determina que exista hoy una inflación cercana al 11%, también preexistió a la declaración de pandemia de mediados de marzo del corriente año.
Las respuestas económicas, de la coalición de varios colores, no han sido las esperadas y anheladas, tampoco han demostrado proteger y cuidar de la población uruguaya en su cabal dimensión; como si lo han hecho otros países que ante la misma coyuntura y con consecuencias devastadoras en pérdidas de vidas humanas, sin embargo han realizado esfuerzos de asistencia significativos.
Acá en Salto, el gobierno departamental desde el Centro de coordinación de emergencias departamentales (CECOED) sale a brindar apoyo y ayuda a alrededor de 8.400 personas, en una actitud de asistencia inevitable, quizá no la mejor respuesta, pero sin mirar para el costado y sabedor de que se multiplican las acciones solidarias de organizaciones y particulares a la par.
Una Intendencia que funciona con la mitad de sus recursos financieros, en comparación con el 2019, a ésta fecha.
Que en abril, mayo y junio de 2020 no ha recaudado por concepto de contribuciones de inmuebles ni patentes de rodados, que ha funcionado con guardias de funcionarios a disposición y sin embargo; nunca ha dejado alterar la prioridad que la gente merece en estos contextos que nos remontan; a comienzos del nuevo siglo.
Instituciones de diversa índole y colectivos organizados buscan aportar su colaboración y se esfuerzan en ese esmero que conmueve.
Y muy cerca de ésta problemática, está nuestro candidato a la reelección al gobierno departamental, Andrés Lima; que fiel a su impronta histórica recorre, observa, concluye y dialoga con la gente.
Todo el espectro político adversario salteño, se acuerda de él a cada instante por lo que produce y por lo que genera.
En un hecho que no sale de la constante de por lo menos los últimos diez años de su trayectoria política, social y de legislador local y nacional así como administrador comunal.
Por lo pronto es un buen indicador pensando en Setiembre venidero. Por lo que nos parece, que se ha trazado un camino de demostración de comprensión y de una lógica actitud de buscar soluciones.
Acaso sea esto último lo más importante por éstos días, focalizar las energías en construir y aportar. De igual forma, lo viene haciendo la actual administración salteña convencida de actuar ante las urgencias de su gente.