En abril de 2018, -ante el reclamo de una turista de origen brasileño-, la Policía toma contacto con un hecho inaudito ocurrido en las Termas del Arapey. Desde un predio donde los turistas de toda la región dejan en custodia de la Intendencia, sus casas rodantes, faltaba una.
Los personas que utilizan este servicio de custodia son habitué a las termas y cada año llegan al centro termal en una, dos o más oportunidades. Para evitar el viaje desde su lugar de origen, dejan la casa rodante en Termas, para disfrutarla cuando regresan a nuestra tierras.
La casa en cuestión pertenecía a una señora de origen brasileño, que tenía por costumbre quedarse largos períodos de tiempo – dos tres y hasta cuatro meses – en nuestra termas, y había generado vínculos amistosos con varias personas residentes en el centro termal. Era una señora conocida en las termas. Mayúscula fue la sorpresa del hijo de la turista, quien en el mes de abril del año pasado llegó a Termas del Arapey a disfrutar de unos días en la casa rodante de su madre, cuando al ir a ocuparla no pudo encontrarla. Ante el desconcierto, el hombre realizó la denuncia en la sub comisaría de Termas del Arapey. A partir de ese momento la Policía comienza una paciente investigación, que dio sus frutos en las últimas horas.
LA PROPIETARIA FALLECIÓ
Para el mes de abril del año 2018, la señora hacía un tiempo había fallecido y la custodia de la casa estaba a cargo de un funcionario municipal -que reside en la localidad de Belén -, quien recibía un monto de dinero menor a los aranceles que la Intendencia cobra por brindar este servicio. Estas dos situaciones, el fallecimiento de la dueña, y la ausencia de registro oficial de custodia de la casa, habrían alentado a quienes cometieron el delito.
COMO LA ENCONTRARON
En base a versiones extraoficiales, pudimos saber que un funcionario municipal de Termas del Arapey, que había conocido a la señora dueña de la casa y también a su hijo, el pasado sábado mientras disfrutaba de un asado con amigos y familiares en la zona de ranchos de Salto Grande, le comenta a los presentes que le gustaría comprarse una «casita rodante».
Ante este comentario, uno de los asistentes, -residente en la zona de chacras de Colonia 18 de Julio-, le dice que en su casa tiene una «que se vende muy barata», y contó una historia: Siempre en base a versiones no oficiales, el hombre contó que hacía un tiempo un «conocido», en una camioneta de la Intendencia, había llevado una – casa rodante – hasta su chacra y le había pedido para dejarla en su galpón, cosa a la que él accedió. Un mes después el hombre llegó a su chacra, también en una camioneta municipal, y con la excusa de haber perdido la llave, rompió la puerta de ingreso a la casa rodante, la revisó y se fue.
El interesado en hacerse de una casa rodante, sabedor que en Termas del Arapey habían robado una, pidió que le mandara una foto, cosa a la que el chacrero accedió.
Al otro día, el domingo 27 de octubre, mientras los uruguayos votábamos, el funcionario municipal recibe la foto solicitada y comprende perfectamente que se trataba de la casa rodante de su conocida brasileña, robada hacía más de un año y medio. La casualidad, el destino, o la mala suerte de los ladrones, quiso que ese mismo domingo estuviera en Termas de Arapey el hijo de la dueña de la casa, quien disfrutaba junto a su familia de unos días termales. Con la foto en el celular, el funcionario municipal se encuentra con el hijo de la mujer fallecida y le muestra la foto recibida ese mismo día: «Esta es mi casa» habría dicho el extranjero que inmediatamente realizó la denuncia.
El pasado lunes a primera hora, la policía allanó la chacra donde fue dejada la casa rodante y detuvo al dueño de casa para averiguaciones. Del relato del hombre se desprende la identidad del funcionario municipal que la llevó hasta la chacra, y otros detalles que ayudaron a la Policía a aclarar las cosas.
El hombre es un funcionario municipal que en abril del 2018 estaba destinado a desempeñar tareas en Termas del Arapey, pero hace un tiempo fue trasladado a Salto. Ayer fue llevado ante la Fiscalía de turno a prestar declaraciones, y fue dejado en libertad, pero emplazado.
La casa rodante fue incautada por la Policía y está depositada en la Plaza de Armas de la Jefatura a la espera de lo que resuelva la justicia.
