El ex mandatario llamó a tener “visión de largo plazo” y consideró que EEUU “está dispuesto a todo”.
«El problema de fondo es el porvenir del pueblo venezolano», expresó, recordando que «hay casi una ley de la historia de la que la gente se olvida: cuando se aplasta sin misericordia se deja gente fanática resentida y probablemente siga teniendo conflictos», opinó Mujica en declaraciones a Radio Sarandí.
En ese sentido mencionó diversos ejemplos, como el encorsetamiento al que se sometió a Alemania luego de la Primera Guerra Mundial, algo que generó un dolor y resentimiento en el pueblo alemán que al fin y al cabo se convirtió «en el vivero del nazismo que vino después».
«Lo ideal sería que hubiera elecciones sin ninguno de estos dos personajes y que la gente eligiera, porque de lo contrario va a haber revanchismo», dijo al citado medio.
El ex mandatario uruguayo recordó que «la democracia se basa en equilibrios frágiles, pero donde la oposición puede convivir con quien eventualmente gobierna. Cuando se pierde ese equilibrio, la democracia como la conocemos no funciona», manifestó.
Interrogado acerca de si el chavismo es la mejor opción parala gente de ese país, Mujica consideró que «los venezolanos tienen que decidir y en ese momento decidirán lo que deban, pero que participen todos y la decisión que tomen hay que respetarla».
Asimismo, llamó la atención sobre el factor estadounidense, asegurando que «hay una gran potencia enfrente que está dispuesta a llegar hasta el fin», y que «ya existe una guerra con el cerco que le han hecho (a Venezuela) y la está pagando el pueblo venezolano.
Para Mujica, este enfrentamiento entre el chavismo y EEUU «creó la gran contradicción de la aparición de China como gran financiador, y eso Estados Unidos no lo puede permitir, que esa reserva que tiene a mano quede manejada por una potencia con la que tiene una disputa histórica».
Por eso, entiende que, más allá de la importancia que Nicolás Maduro pueda tener en problema, no se puede perder de vista que «el elemento decisivo es que Estados Unidos está decidido en última instancia a pagar el precio político de una invasión».
En ese sentido, e indagado sobre el respaldo que gobiernos como China y Rusia han brindado al oficialismo venezolano, Mujica se mostró escéptico a que dicho respaldo pueda traducirse en apoyo militar. «No van a ir hasta ahí a pelear, no se van a desangrar por Venezuela».
En cuanto a la postura del Grupo de Lima, opinó que «hacer declaraciones angelicales sin meter las patas en el barro es lo más fácil, pero eso no ayuda a solucionar la tragedia del pueblo venezolano. No quiero que pase como en Colombia, porque cuando se gana con la fusta en la mano se tiende a ser aplastador, y eso no favorece la posterior convivencia».
Respecto a su eventual papel como mediador, algo que incluso fue sugerido por la legisladora nacionalista Verónica Alonso, Mujica dijo que sólo aceptaría ese rol «si mi gobierno me lo pidiera».
En cuanto a la política local, se mostró dispuesto a hacer campaña en el interior a favor de su partido, y a dialogar «con todos», incluido el colectivo Un Solo Uruguay, cuya proclama calificó como «manijera, aunque tienen razón en algo».