Los futbolistas son hombres que han sido tocados por la varita mágica y tienen un talento especial para destacarse en el deportes más hermoso del mundo. Despiertan pasiones, levantan tribunas enteras cada vez que hacen un gol y por todo eso, ganan millones de dólares, o euros, de acuerdo a la liga en la que estén. Pero en el fondo, son como la mayoría de los hombres y aman los coches. Claro, ellos tienen la posibilidad de comprar el coche de sus sueños, y a muchos de ellos, les importa poco ostentar y se lo compran. Van por su ciudad en un coche digno de un museo. Aquí te vamos a contar cuales son los coches más extravagantes de los futbolistas. Nani, por ejemplo, tiene un Lamborghini blanco que le costó 217 mil dólares. El futbolista confesó que toda la vida había soñado con tener un auto de la prestigiosa marca italiana y que cuando lo tuvo en su casa, pasó tres largas horas sentado en el asiento respirando el aroma del cuero nuevo. No se animó todavía a pisar el acelerador a fondo.

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Lionel Messi dejó correr todas sus ganas y se compró un fabuloso Ferarri Spyder de color rojo. El coche le costó 220 mil dólares y el argentino lo usa bastante. Dicen que le encanta recorrer las carreteras catalanas y ver el mar a sus pies. Eso sí, no se anima a pisar a fondo el acelerador cuando va con su esposa o con su pequeño hijo Thiago.

El futbolista marfileño Didier Drogba también se dio el gusto de su vida cuando se compró este Mercedes Benz SL65 que le costó 230 mil dólares. Sus compañeros se ríen porque dicen que el coche es muy similar al safety car utilizado en la Fórmula 1.

Como no podía ser de otra manera, Wayne Rooney, es un chico malo y mimado a la vez. Fiel a sus raíces absolutamente británicas eligió pilotear un Aston Martin de 237 mil dólares. Admirador del personaje de James Bond, Rooney no concebía manejar otro tipo de coche.

Jermaine Prennant por su parte eligió ostentar con todas las letras y maneja un Chrome Aston plateado que no solo es veloz, sino que además es muy caro. El futbolista gastó más de 270 mil dólares para darse el gusto de conducir esta auténtica bala plateada. Sus compañeros se lo piden prestado a veces para sentir como es tratada una verdadera celebridad.

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