El juez penal de Paysandú espera resultados para saber estado mental del homicida.
El juez penal de Paysandú, Fabricio Cidade, hizo una pausa en horas de la tarde de este miércoles porque enviaron al homicida a Salto.
En ese departamento se le realizará una pericia psiquiátrica, ya que Paysandú no cuenta con los medios necesarios para hacerla.
Se espera el resultado para saber si el asesino puede ser imputado o no. En caso de ser negativo el juez lo remitirá a prisión.
Abdullah Omar se hacía llamar el hombre que mató al comerciante judío David Fremd en la tarde del martes en la ciudad de Paysandú. La modalidad del ataque fue muy similar a lo que se conoce como “la Intifada de los cuchillos“, que consiste en ataques utilizando armas blancas, incluso destornilladores en algunos casos.
Fuentes vinculadas a la investigación policial, confirmaron a El País que tenía antecedentes por reiterados hechos violentos. Según informó Montevideo Portal, el hombre cuenta con un antecedente penal, del año 2008, por el delito de “receptación”.
En su perfil de Facebook, el hombre mantenía vínculo asiduo con amigos de procedencia árabe. Entre los libros que Abdullah Omar subió a su cuenta de la plataforma Scribid figuran varios de pedagogía, enseñanza de la Matemática, Relato del psicoanálisis de un niño de Melanie Klein, 33 lecciones para todo musulmán Abdul Aziz Saleh Al-Shomar y Cómo mejorar tu autoestima de Nathaniel Branden
En octubre de 2011 recibió su título de maestro, luego de cursar la carrera en el Instituto de Formación Docente “Ercilia Guidali de Pisano”, junto a otros 33 estudiantes.
Quedó en el lugar 66 entre 109 docentes en el concurso para elegir cargo.
Antes de recibirse, ya trabajaba como maestro y docente de la escuela 102 de Colonia Ros de Oger. Según informa El Telégrafo de Paysandú, el 18 de octubre de ese año, por denuncia de los padres (tenía 5 alumnos), fue retirado de su cargo y convocado a trabajar como inspector de la misma institución, en cargo no docente.
Abdullah indicaba que quienes lo denunciaron “no quisieron firmar, no dieron la cara; dijeron cosas terribles como que tocaba a los niños y falsificaba facturas, pero nadie se hizo cargo de nada”.
En 2012 se trasladó a la escuela 34 de Puntas de Buricayupí, donde se desempeñó como maestro director hasta noviembre de 2013, cuando también fue retirado del cargo. El 28 de febrero de 2014 finalizó su contrato y decidió no presentarse a la elección de horas por consejo de su abogado, a quien más adelante denunció por fraude.
El sindicato de maestros del departamento (Ademu Paysandú) no le permitió afiliarse por no estar trabajando de forma efectiva como maestro.
Se le inició un sumario y no se le permitió volver a elegir horas, razón por la que a dos años de iniciado el mismo, en enero de 2014, decidió hacer una huelga de hambre frente al edificio de la Inspección Departamental de Escuelas, denunciando una “persecución laboral”.
El hombre calificaba como “chusmeríos” las acusaciones que caían sobre el desempeño de su función en la escuela 102. “Yo quiero llegar al final, porque soy inocente y porque quiero seguir siendo maestro, porque para eso estudié”, aseguraba.
Entrevistado por El Telégrafo, aseguraba que había recibido “propuestas de amigos en Estados Unidos para que me traslade allá, pero quiero quedarme acá. Este es mi lugar, aquí estudié para maestro. Es triste, pero ahora vivo de la caridad de amigos, un poco en la casa de cada uno y eso no es justo. Tengo una profesión, he sido fiel a ella y no tengo por qué irme a otro país. Tampoco tengo por qué buscar otro trabajo, como policía por ejemplo -con el respeto que le tengo por supuesto- porque quise ser maestro y estudié para eso. Lo que vivo no es justo, pero ni mi abogado quiere ayudarme”.
Tiempo después, una auxiliar de la escuela 102 declaró al diario sanducero que el ahora detenido “le hacía la vida imposible” y se escapaba del lugar en los días de inspección. “El no atendía a la inspectora de zona, si hasta una vez huyendo en su moto de su cercanía se cayó y sufrió lesiones”.
El agresor de Fremd pasó la noche detenido en la Dirección de Investigaciones, correspondiente al Ministerio del Interior en Paysandú, donde se lo indagó en primera instancia unas tres horas. Allí, según dijeron a El País fuentes vinculadas al caso, “aún está en estado de shock y no nos ha dado mucho más detalles pese a la insistencia de quienes estamos con el tema”.
En tanto, vecinos de la zona que pudieron seguir el hecho informaron a los medios que escucharon los gritos del hombre mientras corría aunque no llegaron a entender que era lo que estaba diciendo.
Según un artículo de El Telégrafo, a Dirección de Investigaciones de la Zona 1, en compañía de integrantes del Comando de Jefatura de Policía, realizaron un allanamiento en su casa y allí encontraron varios elementos utilizados para realizar el rito de rezo musulmán, “tales como una alfombra y otros enseres, así como una copia del Corán traducida al español”.
Una fuente cercana al detenido citada por El Telégrafo expresó que su conversión se había originado hacía poco tiempo pero que llamaba la atención el fanatismo adoptado.
El informante añadió que solía concurrir a cibercafés de la zona en los que jugaba videojuegos y se refirió a uno en particular en el que se puede elegir la nacionalidad de las víctimas que se matará. “Siempre elegía matar a judíos y gritaba que los odiaba, nos dábamos cuenta que estaba mal de la cabeza”, dijo la fuente.