Por primera vez tocando una piedra recién hecha al horno”, dijo. Y se quemó.
De hecho, el programa español Los Teloneros de Cuatro recuperaba en las últimas horas una imagen insólita al respecto: cómo uno de ellos se quemaba en directo al tocar la lava.
“Vemos la piedra volcánica que está súper caliente”, comenzaba diciendo el reportero a cámara mientras grababa una lengua de lava justo cerrándole el paso justo detrás de él. “Está súper caliente. Por dentro está al rojo vivo”, proseguía con el relato en tanto que se decidía a aproximar su mano a una de las rocas de lava. “Por primera vez tocando una piedra recién hecha al horno”, decía.
Un periodista español tocó la lava del volcán La Palma y se quemó en vivo.
Como era de esperar, el periodista se quemó varias veces al poner su mano sobre la lava. Una actitud imprudente que fue muy criticada en las redes sociales. De hecho, el programa de Los Teloneros decidía recuperar estas imágenes, grabadas hace unos días, a modo de crítica. “Ay, toco la lava y me quema”, ironizaba uno de los presentadores de Cuatro.
La situación excepcional que se está viviendo en La Palma a causa de la erupción volcánica dejó imágenes insólitas, algunas de ellas tildadas de imprudentes o peligrosas. Cabe recordar que esta misma semana, una reportera de “El programa de Ana Rosa” era cuestionada por la Guardia Civil por grabar donde no debía y proceder a su rescate.
“Está súper caliente”, fue la explicación del periodista.
Y, aunque periodistas como Alejandro Rodríguez fueron criticados por su temeridad por acercarse en exceso a una lengua de lava, lo cierto es que en este caso contaba con el permiso de los agentes de la autoridad que lo acompañaban detrás de las cámaras.
Por tanto, pese a lo que pueda parecer, la mayoría de medios respetaron las indicaciones y advertencias de seguridad y, solo unos pocos inconscientes (como el que nos ocupa), actuó con temeridad por ganarse su minuto de fama.
Nube de gases del volcán La Palma. Foto: AP
Cómo sigue el curso
Para entender el proceso de erupción de un volcán podemos compararlo con una botella de champán. Cuando la botella está cerrada no vemos el gas. De la misma forma, cuando el magma se encuentra estancado a unos diez o quince kilómetros de profundidad, es una sustancia líquida silicatada y caliente a más de 1.200 grados con gases o volátiles disueltos (agua y diversos compuestos de carbono, azufre, cloro, fluor, entre otros), más cristales.
La impactante erupción en Las Canarias. Foto: AFP
Es decir, tal y como sucede con la botella, hay gas pero en este momento no se podrían ver. Esto sucede en la cámara magmática debajo de la isla de La Palma, donde hay suficiente presión litostática y no se forman burbujas (vesiculación magmática).
Pero cuando esa lava sube a zonas subsuperficiales (unos pocos kilómetros o cientos de metros), el magma empieza a liberar gas (exsolución de burbujas). Entonces nos encontramos con un magma compuesto por un 95% de líquido y 5% de gases, aproximadamente, encerrados en las burbujas. Estos volátiles son los que van a generar la explosividad que vemos en la superficie
Desde que el volcán Cumbre Vieja en La Palma entrase en erupción hemos podido comprobar gracias a los medios de comunicación la devastación que la lava provocó a su paso hasta llegar al mar. De hecho, las primeras figuras de la televisión no dudaron en viajar hasta la isla canaria para llevar a cabo conexiones especiales y entrevistas a los afectados. Desde entonces, ocurrieron numerosas anécdotas, algunas de las cuales, las protagonizaron periodistas, uno de los grupos más criticados por permanecer demasiado cerca de la lava.
De hecho, el programa español Los Teloneros de Cuatro recuperaba en las últimas horas una imagen insólita al respecto: cómo uno de ellos se quemaba en directo al tocar la lava.
“Vemos la piedra volcánica que está súper caliente”, comenzaba diciendo el reportero a cámara mientras grababa una lengua de lava justo cerrándole el paso justo detrás de él. “Está súper caliente. Por dentro está al rojo vivo”, proseguía con el relato en tanto que se decidía a aproximar su mano a una de las rocas de lava. “Por primera vez tocando una piedra recién hecha al horno”, decía.
Un periodista español tocó la lava del volcán La Palma y se quemó en vivo.
Como era de esperar, el periodista se quemó varias veces al poner su mano sobre la lava. Una actitud imprudente que fue muy criticada en las redes sociales. De hecho, el programa de Los Teloneros decidía recuperar estas imágenes, grabadas hace unos días, a modo de crítica. “Ay, toco la lava y me quema”, ironizaba uno de los presentadores de Cuatro.
La situación excepcional que se está viviendo en La Palma a causa de la erupción volcánica dejó imágenes insólitas, algunas de ellas tildadas de imprudentes o peligrosas. Cabe recordar que esta misma semana, una reportera de “El programa de Ana Rosa” era cuestionada por la Guardia Civil por grabar donde no debía y proceder a su rescate.
“Está súper caliente”, fue la explicación del periodista.
Y, aunque periodistas como Alejandro Rodríguez fueron criticados por su temeridad por acercarse en exceso a una lengua de lava, lo cierto es que en este caso contaba con el permiso de los agentes de la autoridad que lo acompañaban detrás de las cámaras.
Por tanto, pese a lo que pueda parecer, la mayoría de medios respetaron las indicaciones y advertencias de seguridad y, solo unos pocos inconscientes (como el que nos ocupa), actuó con temeridad por ganarse su minuto de fama.
Nube de gases del volcán La Palma. Foto: AP
Cómo sigue el curso
Para entender el proceso de erupción de un volcán podemos compararlo con una botella de champán. Cuando la botella está cerrada no vemos el gas. De la misma forma, cuando el magma se encuentra estancado a unos diez o quince kilómetros de profundidad, es una sustancia líquida silicatada y caliente a más de 1.200 grados con gases o volátiles disueltos (agua y diversos compuestos de carbono, azufre, cloro, fluor, entre otros), más cristales.
La impactante erupción en Las Canarias. Foto: AFP
Es decir, tal y como sucede con la botella, hay gas pero en este momento no se podrían ver. Esto sucede en la cámara magmática debajo de la isla de La Palma, donde hay suficiente presión litostática y no se forman burbujas (vesiculación magmática).
Pero cuando esa lava sube a zonas subsuperficiales (unos pocos kilómetros o cientos de metros), el magma empieza a liberar gas (exsolución de burbujas). Entonces nos encontramos con un magma compuesto por un 95% de líquido y 5% de gases, aproximadamente, encerrados en las burbujas. Estos volátiles son los que van a generar la explosividad que vemos en la superficie