Cuando el dolor se hizo insoportable, decidió seguir el consejo de su suegra y consultar a un ginecólogo.
El 9 de octubre había sido un domingo normal para la joven brasileña Juliana Brasileiro. Sin embargo, a última hora del día, la situación cambió de cariz.
En entrevista con el portal noticioso G1, la mujer contó que había ido al cine con su esposo y un grupo de amigos, y horas más tarde comenzó a sentir fuertes dolores de vientre.
“No podía pararme, solo podía acostarme en el suelo, tenía mucho dolor”, narró Juliana, de 25 años, quien detalló que hasta ese momento su ciclo menstrual había sido normal.
En busca de alivio, la mujer tomo algunos calmantes e intentó dormir.
Pero al día siguiente la situación no había mejorado sino lo contrario, por lo que acudió en busca de ayuda médica a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Marechal Hermes, un barrio de Río de Janeiro. Después de esperar unas cinco horas para recibir tratamiento, recibió medicamentos para los gases e incluso tomó un laxante.
“En ese momento, el médico me miró y me dijo: ‘Tienes gases, muchos gases’, pero lo que me dieron no funcionó”, explicó.
Todo cambió en el segundo día de incesante dolor, cuando Juliana siguió la sugerencia de su suegra y buscó atención de un ginecólogo. A través de un examen táctil, el profesional comprobó de inmediato que estaba embarazada. “Hija mía, estás embarazada y ya estás dando a luz, ¡ve ya a emergencias!”, fueron las palabras del galeno.
La joven acudió entonces al Hospital Albert Schweiizer, en Realengo, donde dio a luz a Marina, que vino al mundo completamente sana y en un parto sin complicaciones. Ahora, Juliana y su esposo están creando una recaudación de fondos virtual para ayudarlos a comprar pañales y ropa de cama para la recién nacida.