El arquero uruguayo deberá pagar 58.000 dólares y permanecer con una tobillera, sin poder salir de Argentina, hasta el juicio oral.
Tras más de 10 horas de audiencia, la jueza Eliana Gómez Moreira resolvió la prisión domiciliaria en Tucumán durante 90 días para los futbolistas de Vélez Sarsfield Abiel Osorio, José Florentín y Braian Cufré por abusar sexualmente de una periodista tucumana de 24 años.
Sebastián Sosa, quien llegó al juzgado acompañado por su esposa y se sentó alejado de sus compañeros, con un guardia separándolos, saldrá en libertad condicional por su “participación secundaria” en el hecho que ocurrió en una habitación del hotel Hilton de San Miguel de Tucumán en la madrugada del domingo 3 de marzo, horas después de que el equipo de Liniers empatara sin goles con Atlético Tucumán.
Los tres jugadores que cumplirán con el arresto domiciliario deberán fijar domicilio en Tucumán hasta que se lleve adelante el juicio oral, mientras la investigación sigue su curso en la Justicia, al tiempo que el arquero uruguayo tendrá que llevar una tobillera con la prohibición de salir de Argentina y sin poder acercarse a 400 metros de la víctima.
Los cuatro se declararon inocentes y tendrán que pagar una caución de 50 millones de pesos argentinos (aproximadamente 58.000 dólares), aunque sus situaciones son diferentes. A Cufré y al paraguayo Florentín se los indaga por abuso sexual agravado. A Osorio, quien negó haber tenido relaciones sexuales y aclaró que “hubo unos besos”, se lo investiga por abuso sexual con acceso carnal, y a Sosa por su participación secundaria.
La fiscal María Posse había solicitado la prisión preventiva por tres meses para los cuatro futbolistas. José María Molina, abogado de Osorio y Cufré, valoró que la domiciliaria es “una medida de menor intensidad y autónoma” respecto a la preventiva, aunque de todos modos rechazó la resolución porque “no deja de ser una medida de coerción y privativa de libertad”.
Mientras tanto, se aguarda para dentro de tres semanas el resultado de los análisis toxicológicos de orina y sangre realizados a la denunciante, quien aseguró haber perdido el conocimiento tras consumir una bebida que le dieron los jugadores y que podría haberla drogado antes del hecho.