La ciudad de Salto tiene dos cementerios públicos, el Central y el de barrio Artigas, ubicado a unos 5 kilómetros al Este de la capital departamental, pero dentro de la zona urbana.

El cementerio Central no tiene espacio para depositar cuerpos en tierra, por lo que esos casos deben cumplirse en barrio Artigas. Debido a un viejo decreto departamental, los fallecidos por COVID-19 deben ir a fosas en tierra. “En los últimos tres años, desde 2018 a 2020, el promedio de personas fallecidas mensualmente en Salto fue de 86”, comenzó señalando  el intendente de Salto, Andrés Lima.

Detalló que “fueron 89 en 2018, 90 en 2019 y 81 fallecidos en 2020. Pero en los primeros cinco meses de 2021 el promedio fue de 110 personas, y en los dos últimos meses, abril con 119 y mayo con 185, hubo un aumento importante en el número de fallecimientos, sobre todo en el mes de mayo, donde de los 185 fallecimientos que se registraron, 100 de ellos corresponden a personas que tenían COVID-19, por lo que el coronavirus fue la primera causa de muerte en el departamento”.

Agregó que “los fallecidos por COVID-19 representan más que el resto de los fallecidos en el departamento de Salto por otras enfermedades y siniestros de tránsito. Y en los primeros seis días de este mes de junio, tenemos más de 40 fallecidos por COVID-19, y esta situación tan excepcional es la que motivó que en el cementerio de Barrio Artigas tuviéramos que realizar algunas obras porque, para hablar claro, el cementerio quedó chico”.

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