El hombre, que vive con su familia en Juan Lacaze, se roció con combustible y agredió ayer a integrantes del Programa de Reasentamiento de Familias Sirias, furioso porque se le dijo que el Estado uruguayo no podía facilitarle el traslado a otro país.
El refugiado que ayer agredió a funcionarios del programa de Reasentamiento de Familias Sirias y luego se roció con nafta quedó en libertad hoy, luego de declarar ante el juez, informó el programa “De 8 a 10” de Radio Uruguay.
Desde Colonia se informó también que se le ofreció a la familia, que actualmente reside en Juan Lacaze, mudarse al predio del Instituto Nacional de Colonización ubicado en Salto.
El secretario de Derechos Humanos, Javier Miranda, contó el martes a El País que vino a Uruguay expresamente una funcionaria de la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) para reunirse en Juan Lacaze con la familia siria, que insistía en su voluntad de abandonar el país, y con funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos.
“Durante dos horas se les explicó que el Estado uruguayo no podía hacerse cargo de su eventual traslado al exterior y que “no es fácil conseguir visas”, ya que la expedición de estos documentos corresponde al país eventualmente anfitrión”, señaló Miranda.
La funcionaria de Acnur les indicó, por su parte, que hay una situación de crisis en materia de refugiados a nivel mundial que también complica la situación. El jefe de familia no aceptó las explicaciones, agredió a personas del equipo y “volaron objetos, aunque nadie está lastimado”, dijo Miranda.
El portavoz del Ministerio del Interior, Fernando Gil, señaló que el hombre se roció con nafta como forma de protesta pero fue tranquilizado. Sin embargo, Miranda dijo desconocer que eso hubiese ocurrido.
Hace algunos días, el gobierno finalizó un relevamiento que hizo entre las distintas familias sirias refugiadas para determinar cuáles de ellas quieren irse del país, pero Miranda dijo que todavía no tiene “elementos” para hacer un balance.
En septiembre, las cinco familias sirias (que reúnen a 43 personas) refugiadas pasaron cuatro días frente a la Torre Ejecutiva planteando que quieren abandonar Uruguay, país al que llegaron en octubre de 2014. De todas formas, Miranda dijo que solamente se comprobó fehacientemente que una familia quería dejar el país.
Está previsto que antes de fin de año lleguen a Uruguay algo más de 70 refugiados sirios que escapan de la guerra civil que estalló en 2011 en su país y que ha causado más de 230.000 muertes. La decisión de traer refugiados sirios fue tomada por el ex presidente José Mujica luego de que su canciller, Luis Almagro, (hoy al frente a la Organización de Estados Americanos) visitara un campo de refugiados sirios.
Los refugiados en Uruguay plantearon que encontraban que el país era inseguro y caro. Tras pasar varias frías noches frente al edificio de Presidencia, el gobierno los persuadió de abandonar su protesta. Los sirios planteaban que querían ir a Líbano. Días antes de estos hechos, una de las familias voló a la ciudad turca de Estambul con la intención de seguir viaje a Serbia, pero permaneció 20 días retenida en el aeropuerto y luego volvió a Uruguay.
La mayoría de los hombres sirios trabaja, pero las mujeres, no lo hacen. El programa da un subsidio a las familias. Se estableció que se pagará durante 2 años. El gobierno sostiene que las familias son libres de abandonar el país pero les advirtió que no se puede pretender que el Estado les cubra los gastos correspondientes.