El diputado del Frente Amplio aseguró que el gobierno “no se come un garrón” y que Astesiano “no es un charlatán”, como quieren hacer creer.
El diputado del Frente Amplio Gustavo Olmos se refirió este lunes al caso del excustodio presidencial Alejandro Astesiano y respondió algunas de las afirmaciones del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, quien aseguró que el gobierno “se está comiendo un garrón” con este asunto.
Olmos consideró que el gobierno “no se está comiendo un garrón” y que tampoco se trata de un “charlatán”, como “quieren hacernos creer”. “En los últimos 40 días, lo que empezó como una investigación por pasaportes emitidos a ciudadanos rusos se ha ramificado en 10 días en el mayor dolor de muelas que ha tenido este gobierno en su gestión”, aseguró.
En este sentido, el legislador indicó que el celular de Astesiano da cuenta de “espionaje” a favor de empresas con recursos del Estado, el “uso de cámaras del Ministerio del Interior” e “investigaciones sobre la vida privada de dos senadores para chantajearlos” para que retiraran las denuncias que habían realizado por la concesión que firmó el gobierno en el Puerto de Montevideo.
“Pero no se están comiendo un garrón; están pagando las consecuencias de haber puesto en un cargo de máxima responsabilidad y con acceso con información privilegiada a alguien que ya habían sido advertidos que era un delincuente. Había sido procesado dos veces y había tenido investigaciones por diferentes delitos, alguien que ya había trabajando para Lacalle Herrera y que la familia conocía desde hace décadas”, reiteró.
Pescado con olor
Días atrás, Olmos cursó dos pedidos de informes acerca de la valija diplomática con pescado para consumo personal del presidente.
“Consultamos a @MRREE_Uruguay sobre la valija diplomática con 454 kilos de pescado congelado que el presidente @LuisLacallePou confirmó que recibió y que es ‘para comerlo’. ¿Supo Cancillería? ¿Se gestionó habilitación sanitaria? Llegó en febrero y empezó a oler feo en noviembre”.
En declaraciones a la prensa, consultado sobre el motivo de la valija con pescado, Lacalle se limitó a responder que era “para comer”.
Sobre esas palabras del presidente, Olmos planteó: “Dijo que era para comérselo. Vinieron a nombre de Astesiano a través de un jerarca árabe con el cual luego tiene contacto por otras valijas diplomáticas. Fue importado para consumo personal una cantidad brutal de pescado, debería comerse el presidente cinco kilos por día para que no se le ponga mal y haciendo un uso indebido de su condición de presidente. Quien decía que los presidentes no tenían coronita ha hecho uso y abuso de la coronita en este caso”, reflexionó.
“Quienes son investigados son los responsables de apoyar a la Fiscalía en la investigación. Uno de ellos, además, ha hecho manifestaciones entre amenazantes e insultantes contra el senador Pacha Sánchez. Si el gobierno quiere colaborar, lo primero es separar del cargo a quienes tienen máxima responsabilidad en la policía y son sospechosos de estar involucrados en la trama de corrupción que se instaló en la oficina de cuarto piso de Torre Ejecutiva”, concluyó.