El 1,1% de la población de este pequeño país del Golfo de 2,75 millones de personas ha contraído el virus, que ya se ha cobrado 15 víctimas.
Catar inició este domingo la aplicación de sanciones que van desde tres años de cárcel hasta multas de más de 50.000 euros a las personas que no lleven mascarilla en público, en un intento de frenar la rápida propagación del nuevo coronavirus en el país que ha infectado a más de 30.000 personas.
El 1,1% de la población de este pequeño país del Golfo de 2,75 millones de personas ha contraído el virus, que ya se ha cobrado 15 víctimas.
La mascarilla es actualmente obligatoria en medio centenar de países para salir a la calle.
Según las autoridades de Catar, las reuniones familiares durante el ayuno del ramadán podrían haber favorecido la propagación del virus.
Los restaurantes, cines, escuelas, centros comerciales y mezquitas han sido cerrados pero la construcción -sobre todo la vinculada a la Copa del Mundo de Fútbol de 2022- se han mantenido abiertos con la puesta en marcha de reglas de distanciamiento físico y la obligación de llevar mascarilla desde el 26 de abril.