Los parques de atracciones también prohíben que los “fantasmas” de los juegos de miedo se acerquen a los visitantes.
Montañas rusas sin alaridos de pánico, casas encantadas cuyos fantasmas respetan el distanciamiento social y superhéroes que no chocarán los cinco con sus fans: bienvenidos a los parques de atracciones japoneses en la era del coronavirus.
A medida que las ferias y los lugares de diversión del país asiático reabren, un grupo de operadores de dichas atracciones ha decidido elaborar un protocolo conjunto para ofrecer diversión de manera segura en tiempos de pandemia.
Entre las recomendaciones, se les pedirá a los buscadores de emociones que usen mascarillas en todo momento y que “se abstengan de vocalizar en voz alta” en las montañas rusas y otras atracciones, según informa Japan Times.
“Los fantasmas que acechan en casas embrujadas deben mantener una distancia saludable de sus ‘víctimas “”, agregan las directrices.
El personal del parque, incluidos quienes visten disfraces de animales o superhéroes, no debe estrechar la mano ni “chocar los cinco” con sus admiradores, sino mantener en todo momento una saludable distancia.
En las representaciones de luchas entre héroes y villanos, los asistentes deberán abstenerse de alentar a voz en cuello a los paladines, para evitar que gotículas de saliva salgan despedidas de sus bocas.
Asimismo, los juegos que requieren uso de anteojos de realidad virtual sólo se habilitaran si el parque es capaz de garantizar su absoluta desinfección luego de cada uso.
“Estas pautas no eliminarán al cien por ciento el riesgo de contagio, pero sí lo reducirán notablemente”, admiten los operadores, comprometiéndose a continuar estudiando formas de disminuir los riesgos de transmisión.
Los parques temáticos más conocidos de Japón, Tokio Disneyland y Universal Studios Japan en Osaka, permanecen cerrados sin una fecha fijada para la reapertura.
El primer ministro Shinzo Abe levantó el lunes por completo el estado de emergencia a nivel nacional después de que las infecciones por coronavirus cayeron a tasas consideradas aceptables.
Se ha instado a los ciudadanos y las empresas a adaptarse a una “nueva normalidad” para la pandemia, que incluye el uso de máscaras y el distanciamiento social cuando sea posible.