El senador Javier García defendió al comandante en Jefe del Ejército y criticó el “antimilitarismo adolescente” en el Frente Amplio.
El comandante en Jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, terminó el año con la misma polémica que marcó el tono de su gestión y que le valió una sanción del Poder Ejecutivo, además de críticas y elogios de distintos sectores del espectro político.
A través de Twitter, realizó un saludo a los soldados en los que aludió a los sueldos bajos y a los “mercaderes del odio”.
“Saludo al soldado que se esfuerza por cumplir la misión asignada de la mejor forma, a pesar de las dificultades, de su bajo salario (…) y de la acción de los mercaderes del odio, de los que viven de la división y del enfrentamiento entre orientales”, dijo en su saludo de fin año.
Su frase despertó malestar en integrantes y simpatizantes del gobierno. El diputado Jorge Pozzi, por ejemplo, opinó en charla con Radio Uruguay que si Manini quiere “iniciar una carrera política, al estilo de lo que pasó en Brasil con Jair Bolsonaro, lo debe hacer luego del retiro”.
Recordó que Manini Ríos ya fue sancionado por otros dichos y especuló que quizá con estas frases esté esperando una reacción del gobierno para transformarse en mártir.
Milton Romani, ex titular de la Junta de Drogas, solicitó que sea removido porque como jefe de la Armada no puede generar división. A través de Twitter denunció el “grave silencio” de los políticos. El sindicalista Richard Read conciordó con él y señaló que Manini “ya debería haber sido removido”.
Del otro lado, en su defensa, salió el senador nacionalista Javier García. En charla con Informativo Carve dijo que notaba un “antimilitarismo adolescente” en el Frente Amplio. “Podría estar para aplaudir y criticar, pero para lo único que se lo escucha es para atacar o sancionar”, criticó.
“El comandante dice algo que a alguien no le gusta y sale una catarata de agravios y amenaza de sanciones”, dijo Garcia, que consideró que Manini Ríos no viola la constitución porque hizo un simple saludo a sus subalternos y no consideraciones políticas.