La encuestadora señala que es “altamente factible” que en el balotaje el apoyo al candidato opositor sea menor que la suma de votos opositores en octubre, porque el Frente Amplio sumaría adhesiones de indecisos y otros votantes.
La encuestadora Opción presentó este miércoles en Telenoche los datos de una encuesta realizada entre el 26 de agosto y el 2 de setiembre, sobre una muestra de 805 personas, y que fue hecha para analizar un posible escenario de balotaje.
Según estos datos, en una factible puja en noviembre entre Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez, vencería, con el 49 %, el candidato del Partido Nacional. El 41 % se inclinaría por el del Frente Amplio, el 8 % en blanco o anulado.
La situación para Martínez no variaría demasiado si su contrincante es el colorado Ernesto Talvi, quien cosecharía el 47 % de los votos, frente al 40 % del frenteamplista.
Estos datos, señala la encuestadora, son “consistentes” con las tendencias de la primera vuelta, donde el Frente Amplio “votaría por debajo del 40%, llegando así al balotaje como partido más votado pero en desventaja ante cualquiera de los dos candidatos opositores considerados”.
Desde que accedió al gobierno, se comenta, esta es la primera instancia electoral en la que el FA comienza la recta final de la campaña con desventaja en escenarios plausibles de balotaje.
No obstante, se agrega, se trata de una “competencia abierta”, pues la diferencia que el oficialismo debe descontar es la mitad de la distancia que hoy preservan cualquiera de los dos candidatos opositores: cuatro puntos del electorado. Además, los balotajes son “sensibles” a los resultados de la primera vuelta, “lo que exige cautela adicional al interpretar las tendencias”.
Opción señala que, como es esperable, hay una “altísima fidelización” del voto por parte de los eventuales candidatos de la segunda vuelta: A Martínez lo votaría en un balotaje la abrumadora mayoría de quienes votarían al FA en primera vuelta y a Talvi la casi totalidad (93%) de quienes votarían al PC y a Lacalle Pou un contundente 98% de los votantes blancos de octubre.
Cuando se consideran otros segmentos de votantes aparecen los matices. Al igual que en la encuesta de julio, los votantes de la oposición, cuyo candidato no participaría del balotaje, eligen en su mayoría al candidato opositor, “pero una minoría importante marca preferencia por Martínez”.
Por lo tanto, se comenta, es “altamente factible” que en el balotaje el apoyo al candidato opositor esté varios puntos por debajo de la suma de votos de oposición en primera vuelta.
Cuando el candidato de oposición considerado es Lacalle Pou, lo apoyarían un 70% de los colorados, un 62% de los votantes de Cabildo Abierto y un 40% de los electores de otros partidos, además de un 27% de los electores que hoy se encuentren indefinidos para la primera vuelta.
Las tendencias son similares cuando el candidato opositor considerado es Talvi: lo votaría un 73% de los blancos, 64% de los cabildeantes, 42% de los electores de otros partidos y 27% de los indefinidos de octubre.
Martínez, en tanto, mantiene una ventaja sobre los indecisos, donde recoge 11 puntos más que Lacalle (38% sobre 27%) y 6 más que Talvi (33% sobre 27%). Este dato “permite sostener que el FA tiene actualmente la mayor capacidad de crecimiento en primera vuelta por su mejor posicionamiento entre los indecisos”.
La existencia de un segmento minoritario, pero interesante de votantes opositores que se inclinaría por Martínez en un balotaje le permite al FA mantenerse en situación de “desventaja abierta” en cualquiera sea el escenario de noviembre.
Debido a que suma potencialmente algunos votantes de oposición en primera vuelta, Martínez estaría agregando 7 puntos del electorado a la votación frenteamplista de primera vuelta.
De plasmarse en las urnas, esta tendencia sería bastante consistente con los datos electorales históricos: respecto a la primera vuelta, en 1999 el FA sumó 6 puntos en el balotaje, en 2009 4 puntos y en 2014 mejoró nuevamente 6 puntos.