Una disputa familiar por una casa de 300.000 dólares habría sido el detonante del homicidio, cometido por un sicario contratado.
El homicidio del policía Javier Francisco de María, ultimado a balazos en su casa de La Blanqueada cuando sacaba su auto del garaje, motivó una movilización de los sindicatos policiales, preocupados por el segundo homicidio de un policía en esta semana.
Sin embargo, la rápida investigación de la Policía permitió confirmar que a De María no lo habían matado por su condición de agente ni por cumplir su labor. La filmación de una cámara de seguridad registra el momento del crimen: un hombre camina por el medio de la calle y se acerca al policía, que cierra las puertas del garaje. A unos 15 metros de distancia le realiza varios tiros con mucha precisión y huye corriendo para luego subirse a un Nissan gris.
Ayer fueron detenidas dos personas por el crimen: uno es el presunto autor intelectual del asesinato, hermano de la víctima, y el otro es el autor material, un hombre con varios antecedentes penales.
Según informaron fuentes de la investigación, el disparador de la disputa entre hermanos, que habría culminado con el asesinato, es la herencia de una casa por valor de 300.000 dólares, entre otras propiedades.
Los investigadores que tomaron el caso lograron establecer inmediatamente que el hermano era sospechoso, al ponerse al tanto de la problemática familiar. En el momento del crimen, el imputado estaba en Nueva Helvecia, Colonia, por lo que se montó un equipo de trabajo con personal de la zona. Ayer de mañana se ubicó al hombre y se lo llevó a declarar.
Al mismo tiempo, los investigadores lograron identificar el auto usado por el asesino gracias a un análisis satelital que lo ubicó en el lugar y hora de los hechos (era un vehículo de alquiler). En la tarde se pudo individualizar al autor material del crimen, Leonardo David Almeida, de 28 años, con antecedentes por hurto agravado. Policía Científica confirmó que sus huellas dactilares estaban en el coche usado y tras un rápido operativo se lo detuvo en su vivienda. Llevaba encima una pistola Taurus con 12 municiones, que fue llevada a Policía Científica para su peritaje.
En Fiscalía, mientras tanto, se obtuvo orden de detención del hermano de la víctima, estableciendo como hipótesis que habría contratado al detenido Almeida para darle muerte a su hermano.
Fuentes de la investigación explicaron que el problema familiar se arrastraba desde 2016; ambos estaban inmersos en una disputa sobre varias propiedades de la herencia familiar, algunas de ellas actualmente a la venta, que el policía muerto administraba.
Los dos detenidos vuelven a declarar esta mañana en Fiscalía, mientras se continúan los peritajes.