La Fiscalía emitió un comunicado para aclarar lo sucedido, luego de que el juez no compartiera las medidas solicitadas por la fiscal.
La Fiscalía emitió un comunicado luego de que este martes se difundiera la noticia sobre un subcomisario que sufrió lesiones y cuyos autores celebraron en las redes que no quedaron detenidos.
El comunicado de la Fiscalía señala que el lunes 18 de noviembre la fiscal Alicia Schiappacasse imputó a un mayor y a un menor por un delito de atentado especialmente agravado con un delito de lesiones personales especialmente agravado con un delito de amenazas especialmente agravado contra el subcomisario de la zona de San Ramón (Canelones).
La fiscal solicitó para el mayor 60 días de prisión preventiva y para el adolescente su internación en dependencias del INISA por el mismo plazo.
Sin embargo, el juez Luis Sobot no compartió la medida solicitada por la fiscal y en su lugar dispuso para ambos por el término de 60 días la fijación de domicilio, arresto domiciliario entre las 20:00 y las 8:00 y la prohibición de comunicación con las víctimas, sus familiares y testigos de los hechos.
Además, la Fiscalía publicó las solicitudes de formalización expedidas por la fiscal del caso, que sirven para visualizar el episodio de violencia que derivó en las graves lesiones sufridas por el Policía.
Los hechos se dieron el 14 de noviembre, cuando en la seccional de San Ramón recibieron una llamada de una seccional de Florida requiriendo su asistencia para intentar atrapar a dos sospechosos de robar una casa situada en el departamento de Florida.
Se insinuaba que ambos sospechosos habían pasado la frontera departamental y por eso era necesaria la colaboración de la Policía de Canelones. Los delincuentes, según dice el documento, son conocidos en ambas jurisdicciones por poseer un amplio historial delictivo.
Un móvil de la seccional de San Ramón partió en búsqueda de los sospechosos y cuando los encontraron dieron la voz de alto. Sin embargo, los delincuentes se tornaron violentos, salivaron a los funcionarios policiales, los insultaron y patearon el coche.
El adolescente arrojó un parlante portátil a la pierna subcomisario. Además, comenzaron a amenazar particularmente a este policía “diciéndole que le iban a robar todo, que le iban a prender fuego la casa, que sabían que tenía una hija pequeña y que anteriormente se había salvado pero que esta vez se la iban a dar”, narra el escrito.
Además, lo amenazaron “con robar la casa de la madre y prenderla fuego con ella adentro”.
Posteriormente golpearon en varias ocasiones en la cara al subcomisario, que cayó al suelo “sangrando profusamente en la zona de la nariz”.
En la seccional policial, el adolescente declaró que habían ido a pescar del lado de Florida y que cuando volvían hacia Canelones fueron agredidos por los agentes policiales, quienes le rompieron su parlante portátil.
Mientras tanto, el subcomisario declaró en Fiscalía que tiene temor por las amenazas proferidas, principalmente en relación a su madre, dado que ambos sospechosos viven a dos cuadras de su casa.
Ambos delincuentes también conocen el domicilio de los agentes policiales actuantes, así como a la familia de cada uno de ellos, incluso a sus hijos menores. El subcomisario, en efecto, hizo una denuncia por las amenazas y lesiones sufridas por ambos sospechosos.
En su declaración en Fiscalía, uno de los imputados manifestó que venía del río cuando fue interceptado por un móvil policial del cual descendió el subcomisario vestido de particular. Inmediatamente, este policía comenzó a abofetearlo y a escupirlo en su rostro.
Además, rompió el parlante portátil que llevaba el adolescente. Éste último reaccionó, comenzando a forcejear con el subcomisario. También dijo estar cansado del acoso que sufre por parte de él, que siempre lo insulta, lo golpea y lo saliva.