El caso se originó a partir de un pedido del diario O Estado de Sao Paulo, que solicitó los exámenes del jefe de Estado, no publicados hasta la fecha, por tratarse de un asunto de “interés público”.
Una magistrada de un tribunal de segunda instancia de Brasil suspendió provisionalmente el fallo judicial que obligaba al presidente Jair Bolsonaro a divulgar los exámenes de coronavirus a los que se sometió y que, según él, dieron negativo, informaron este sábado fuentes oficiales.
La jueza de guardia Mónica Nobre, del Tribunal Regional Federal de la 3ª Región (TRF3), acogió un recurso de la Abogacía General del Estado y derribó, durante un periodo de cinco días, la decisión tomada por una colega de primera instancia.
El caso se originó a partir de un pedido del diario O Estado de Sao Paulo, que solicitó los exámenes del jefe de Estado, no publicados hasta la fecha, por tratarse de un asunto de “interés público”.
Una jueza de primera instancia falló entonces a favor del periódico y el jueves dio a Bolsonaro 48 horas para divulgar los resultados de los análisis.
El líder ultraderechista le remitió, a través de los abogados del estado, un informe de la Dirección de Gestión de Personas y Coordinación de Salud de la Presidencia que garantiza que Bolsonaro fue sometido a exámenes los pasados 12 y 17 de marzo y que los resultados fueron negativos.
El mandatario llegó a ser considerado un caso sospechoso de COVID-19 tras regresar de una visita oficial a Miami, donde se reunió con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
En ese viaje, la mitad de su comitiva, formada por unas 40 personas, contrajo la enfermedad y por ello a Bolsonaro se le realizaron dos pruebas que resultaron negativas, según informó el propio presidente.
Sin embargo, este sábado esa decisión judicial que le obligaba a hacer públicos sus exámenes fue derribada de manera temporal en la segunda instancia.
La magistrada Nobre decidió alargar ese plazo por cinco días hasta que el juez del TRF3 instructor del caso se pronuncie al respecto y analice los argumentos expuestos por los abogados del Estado.
Bolsonaro, que acostumbra a menospreciar la gravedad del coronavirus, al que se refiere como una “gripecita”, se ha negado a entregar sus atestados médicos porque considera que se trata de un asunto “privado”.
El gobernante llegó a insinuar esta semana en una radio local que podría haber contraído la enfermedad y no haberse dado cuenta.
“Tal vez agarré ese virus en el pasado. Tal vez, tal vez, pero no lo sentí”, declaró, aunque días atrás había asegurado que “nunca” tuvo coronavirus.