Lo acusan de matar al pizzero, a un policía y a dos jóvenes en la Ruta 1
Al “Piru” le gustan las motos veloces. Siempre buscaba rapiñar alguna para sus andanzas. Creía que las motos veloces le permitían escapar más rápido del lugar, contó a El País un investigador policial.
El “Piru” tiene 19 años. Sabía que era requerido desde hace 10 días. Su foto fue divulgada en la televisión y en prensa escrita por el Ministerio del Interior con nombre y todo, pese a que es primario.
Se lo acusa de tres homicidios en el marco de rapiñas: el del pizzero Marcelo Pérez, de Nuevo París; el de un policía que trabajaba como repartidor de pollos en el Cerro, y de un motociclista en la intersección de las rutas 1 y 5 para robarle la moto y la mochila.
En la mañana de ayer, “el Piru” fue capturado por inves-tigadores de la Zona IV (Cerro) en los fondos de una casita ubicada en Camino Cibils y Austria.
“El Piru” trató de escapar pero fue detenido por la Policía que rodeó la zona. No llevaba armas encima.
Los investigadores de la Zona IV habían solicitado seis órdenes de allanamiento a la jueza penal Julia Staricco. Sin embargo, no fue necesario que los policías inspeccionaran las otras viviendas: el prófugo fue encontrado en la primera casa allanada.
Al ser interrogado por los investigadores policiales, el acusado señaló que también había participado en la muerte de dos jóvenes, de 22 y 28 años, cuyos cuerpos aparecieron mutilados al costado de la Ruta 1.
Entre ayer y hoy el joven declarará por los crímenes del pizzero, del motociclista y del policía repartidor en las sedes penales de la jueza Julia Staricco y del juez Roberto Timbal. Luego será citado por la jueza Graciela Eustachio por el asesinato de dos individuos que fueron encontrados muertos al costado de Ruta 1.
El joven carece de antecedentes penales como adulto. Sí tiene entradas como menor en diferentes seccionales por homicidios, rapiñas, lesiones personales y robos. Sin embargo, la Policía nunca obtuvo las pruebas suficientes como para que la Justicia de Adolescentes lo internara en el INAU por algún ilícito. No era reconocido por sus víctimas.
Sin piedad.
“El Piru” era buscado desde enero de este año por investigadores de la Zona IV tras ultimar de un disparo al policía Carlos Barrios (55) que trabajaba como repartidor de pollo, ya que estaba tramitando su retiro. Estaba en el Departamento de Situaciones Especiales, paso previo que realizan los policías antes de su jubilación.
Eran cerca de las 11:00 horas del viernes 23. Barrios y otro empleado de una pollería repartían mercadería en comercios de Cerro Norte.
El policía suplantaba a su hijo en el reparto de pollos, ya que el joven estaba de vacaciones. Minutos antes del asalto habían parado en un comercio de Camino Cibils y se dirigían hacia otro local del barrio. Al llegar a la esquina con Francisco Sity, les cortó el paso una motocicleta, piloteada por dos delincuentes.
Uno de ellos llevaba una pistola y le hizo señas a los trabajadores que estacionaran el camión, amenazándolos con el arma. Sin embargo, el tránsito de la zona no permitió que el policía detuviera el vehículo, por lo que uno de los delincuentes comenzó a disparar, dándole a Barrios en el pecho y en la cabeza e hiriendo al acompañante en ambas piernas. Se escucharon al menos cinco disparos.
Con Barrios ya sin vida, el mismo delincuente que había tirado se subió al camión y exigió el dinero de la recaudación al otro trabajador.
Según fuentes del caso, “el Piru” dejó huellas dactilares al ingresar al camión.
Al día siguiente, los policías supieron que ambos rapiñeros también realizaban tareas co-mo sicarios para narcos del Cerro y Casabó.
Crimen del pizzero.
El joven también será indagado por la muerte del pizzero de Nuevo París, Marcelo Pérez, ocurrida el 29 de agosto pasado.
Dentro de la pizzería se encontraba Marcelo, su esposa y su hijo adolescente. Afuera, en una mesita, comía un matrimonio con su pequeña hija.
La pareja de rapiñeros se bajó de una moto. Sin sacarse los cascos, dispararon cuatro tiros, mientras que el pizzero, con las manos levantadas, decía: “¡Llévense todo, llévense todo!”. Un disparo le dio en el pecho. Los delincuentes tomaron el dinero y huyeron.
La esposa y el hijo lo trasladaron hacia un hospital. Marcelo murió.
Según relataron sus amigos a El País, Marcelo invirtió los ahorros de 15 años para armar la pizzería. “Y hacía apenas 45 días que había abierto”, dijo un allegado del pizzero ultimado.
El martes 2 de este mes, varios vecinos de la zona marcharon pidiendo justicia y seguridad, indignados por la violenta rapiña. “Tenemos derecho a vivir en paz, queremos que nos brinden seguridad”, pidió Leonardo González.
En los próximos días, la jueza Eustachio y la fiscal Adriana Costa interrogarán al “Piru” por los homicidios de dos jóvenes que aparecieron semicalcinados en la Ruta 1 en el barrio Maracaná Sur, el 15 de agosto pasado.