Hecho confuso generó enfrentamiento y llegó a las amenazas de muerte.

La muerte de un gato durante la jornada del domingo derivó en un duro enfrentamiento entre ciclistas y defensores de los animales, que llegó incluso hasta las amenazas de muerte hacia un integrante del grupo Masa Crítica, que ni siquiera estuvo involucrado en los hechos.

La Masa Crítica es un fenómeno ciclista que tiene lugar todos los meses en numerosas ciudades del mundo para dar a conocer las ventajas que aportan a la movilidad, a la sociedad y a las personas, una mayor presencia de las bicicletas en las áreas urbanizadas.

Las primeras manifestaciones de la Masa Crítica tuvieron lugar en San Francisco (Estados Unidos) en 1992. En Uruguay, el fenómeno tiene unos 6 años y las bicicleteadas se realizan todas las noches de luna llena y los segundos domingos de cada mes, en este caso aprovechando la luz de día. Parten desde el Obelisco y llegan siempre al mismo punto, según informó uno de los integrantes del grupo a El País.

Cuando salen de noche lo hacen por unas dos horas y cuando lo hacen de día las recorridas son algo más largas. “En general somos unas 400 personas, aunque una vez se llegaron a reunir cerca de 700”, comentó Gabriel, integrante del grupo Masa Crítica.

A diferencia de lo que ocurre normalmente, el domingo pasado la bicicleteada terminó mal. El grupo de ciclistas, en el que no existe un líder y todas las opiniones valen por igual, tiene algunas reglas básicas de funcionamiento y circulación. Una de ellas es que si están cruzando en una esquina con semáforo y la luz cambia a roja, se corta el tránsito de las calles laterales hasta que termine de pasar toda la caravana, que puede llegar a tener tres cuadras de largo.

“Muchas veces se hace para reagruparse. Y porque no todos son de la misma edad y por tanto tienen distintos ritmos. Somos un grupo muy solidario. Hay un señor llamado Artigas, un personaje de la Masa, de unos 80 años, que un día perdió los dientes postizos. Llegó y nos dijo: hoy estoy sin el comedor, mientras se tapaba la boca con una mano y sostenía la bicicleta con la otra. Se le hizo una colecta para que se comprara unos dientes nuevos”, indicó uno de los miembros del grupo.

Domingo de furia.

El pasado fin de semana en horas de la tarde, la Masa Crítica circulaba por Rivera hacia Propios cuando, a la altura de Comercio, venía un auto con intención de doblar a la derecha, hacia el mismo sentido por el que iban los ciclistas. El conductor comentó después que el grupo no lo dejó pasar, incluso cuando les informó que llevaba un gato gravemente herido que había recogido de la calle para que fuera atendido por un veterinario. Finalmente, según las declaraciones del conductor, el animal murió.

El hombre que iba en el automóvil puso en Internet la foto, y el nombre y apellido del ciclista que habría llevado la voz cantante impidiéndole el paso. Pero este joven ni siquiera estaba ese día en la caravana. Se encontraba en un cumpleaños, donde al poco rato comenzó a “explotarle” su teléfono con llamadas de conocidos y desconocidos, muchas de ellas amenazantes.

El asunto se viralizó en las redes, desde donde recibió más amenazas, incluso de muerte. Le decían que sabían dónde vivía, dónde trabajaba, y que lo iban a pasar por arriba con una camioneta.

Después, el conductor publicó en su facebook que se había “equivocado” de persona y culpó a otras dos por llevar la voz cantante durante el bloqueo de la calle: un joven y una muchacha. También aseguró que transportaba un gato herido dentro del auto, frente a acusaciones que decían que no lo tenía, y publicó la foto del felino muerto. No demoró quien saliera a acusarlo de haber obtenido esa imagen en una rápida búsqueda de Google.

Muchas denuncias tuvieron eco a través del facebook de la Red Bichera, que tiene casi 22.000 miembros. El grupo de Masa Crítica tiene unos 11.000.

Explicaciones.

Uno de los jóvenes de la Masa Crítica, que vive en Las Piedras, publicó ayer una larga carta en el muro de Facebook de la Red Bichera señalando lo siguiente: “Desafortunadamente no se filmó el hecho. Sé que quien participó quiso comunicarse con el conductor del auto y que la respuesta no fue muy feliz. Ante la publicación del señor hubo amenazas directas y personales contra los colectivos y personas involucradas, siendo que en ningún momento se actuó de mala fe y solo se intentó preservar la seguridad de personas de carne y hueso. Animalistas y veterinarios, activistas por la causa animal, participan de Masa Crítica, así que bajo ningún concepto se actuaría con maldad”.

Desde este grupo, también se explicó que existe un “alerta” generalizado por hechos que han ocurrido en otras ciudades, concretamente en Buenos Aires y Porto Alegre, donde han sido atropellados ciclistas por automovilistas. Ambos episodios pueden ser vistos en YouTube.

El ciclista que dejó su post en el muro de Red Bichera agregó: “En nuestro grupo no hay líderes; es un movimiento horizontal. En cuanto al pobre animalito, es real. Los integrantes de Masa Crítica no lo vieron en el momento pero se llamó a la veterinaria y en efecto sucedió que ingresó fallecido. En cuanto a si se trucó la foto de una búsqueda de Google, el perfil de quien dio a conocer esa supuesta imagen parece falso y su nombre no es conocido, así que supongo personalmente se hace cargo de sus dichos, como cada uno de nosotros”.

Agravios y acusaciones de censura en redes sociales.

“Como bien reconocen los integrantes de Masa Crítica, no hay líderes en este grupo de amantes del ciclismo, que en las calles son unos 400 pero en Facebook alcanzan a los 11.000. Sin embargo, muchos usuarios se quejaron por haber sido “censurados” en sus comentarios dejados en la red social. Algunos de estos comentarios, según pudo constatar El País, eran realmente ofensivos y amenazantes.

El joven acusado de haber cortado el paso al auto que protagonizó el incidente (quien no estaba en la caravana) se encargó de postear algunos insultos y agravios hacia su persona.

Marcelo Calderón vive en Argentina y estuvo el domingo pedaleando con el grupo en Montevideo. Escribió en la web: “Yo llego a cerrar los comentarios en el grupo de Masa Crítica Buenos Aires, del que soy administrador, y se pudre todo. Ya pasó que el grupo se dividió en tres; por suerte, lo volvimos a juntar. No entiendo esa medida de cercenar la libertad de expresión. Cuando en Masa Crítica Buenos Aires nos atropelló un taxi (no un gatito que se murió porque lo pisó un auto), llevándose a un integrante 200 metros arriba del capó, no se nos ocurrió cerrar el muro”, agregó.

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