El ex Pink Floyd fue acusado de antisemita en Uruguay, e incluso se le recordó un viejo episodio con un chancho que tenía pintada la estrella de David.

Pocas veces un show musical en nuestro país tuvo tantas repercusiones no musicales como el recital que dio Roger Waters el 3 de noviembre en el Centenario.

Waters viene escribiendo sobre asuntos políticos desde hace más de 40 años, pero en los últimos tiempos su abierto activismo por la causa palestina y su furia por el ascenso de Donald Trump y otras figuras autoritarias en el mundo volvieron sus mensajes más directos.

La participación de Waters en una charla sobre Palestina en el PIT CNT y la declaración de Visitante Ilustre que le hizo la Intendencia (donde el ex Pink Floyd se despachó con palabras elogiosas sobre José Mujica), ayudaron a polarizar las opiniones sobre su show y desviaron la atención de la música en sí.

Una de las mayores críticas que recibió Waters fue por sus declaraciones sobre Israel. La organización Bnai’ Brith, por ejemplo, repudió su discurso y criticó que haya sido declarado visitante ilustre de Montevideo.

Algunas personas llegaron incluso a compartir la foto de uno de los clásicos cerdos de los shows de Waters (y de Pink Floyd) que llevaba la estrella de David pintada, como si hubiera sido exhibido en el show de Montevideo, acusándolo de antisemita.

Sin embargo, la foto del cerdo no corresponde al show de Montevideo, cuyo chancho decía solamente “Stay Human” (Mantenete humano). Originalmente, en el disco conceptual (y orwelliano) Animals, los cerdos representaban las personas con poder y riqueza en el mundo, aunque desde entonces los chanchos inflables han sido usados con distintos mensajes de protesta.

De símbolos

El cerdo con la estrella de David fue exhibido el 20 de julio de 2013, en un show en Bélgica como parte de la gira The Wall. Waters fue acusado entonces de antisemita y “simpatizante nazi” por el rabino Abraham Cooper.

El cantante respondió a la acusación con una extensa carta abierta, en la que aclara antes que nada que la imagen se tomó fuera de contexto.

“Es extremadamente insultante para mí que me acuses de antisemita, ‘odiador de judíos’ u ‘simpatizante nazi'”, escribe Waters.

Con respecto a la primera acusación, Waters se remite a la declaración de la Liga Anti Difamación de Estados Unidos, “cuyo objetivo declarado es defender a la población judía y el judaísmo en general de los ataques”. “Aunque hubiéramos deseado que el señor Waters no usara la estrella de David, creemos que no hay una intención antisemita”, consideró la organización.

“Debo resaltar que también aparecen un crucifijo, la estrella y la luna naciente (símbolo islámico), el martillo y la hoz, el logo de Shell, el de McDonalds, el de Mercedes y un signo de dólar”, replicó Waters.

Sobre la acusación de odiar a los judíos, el cantante aclaró entonces que uno de sus amigos más cercanos es sobrino de Simon Wiesenthal, algo de lo que está orgulloso porque “Wiesenthal fue un gran hombre”. Contó además que dos de sus nietos son de ascendencia judía por parte de madre.

Recordó que su padre murió luchando contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial y que fue educado para luchar contra esa ideología.

“El show de The Wall, tan pobremente atacado por usted, es muchas cosas. Es reflexivo, afirma la vida, ecuménico, humano, antibélico, anticolonial, pro paz, pro libertad, pro colaboración, pro diálogo, anti autoritario, anti fascista, anti dogma, anti apartheid, satírico, musical e internacional en espíritu. No es antisemita o pronazi”, prosiguió.

Waters aseguró entonces que usualmente es “atacado por el lobby pro Israel” por su apoyo a la causa palestina y replicó que “en una teocracia funcional es casi inevitable que se confunda el símbolo de una religión con el del Estado, en este caso el Estado de Israel, que practica un apartheid tanto dentro de fronteras como en los territorios que ha ocupado y colonizado desde 1967”.

“Se quiera o no, la estrella de David, representa a Israel y sus políticas y es legítimo objeto de formas de protesta no violenta. Protestar pacíficamente contra las políticas extranjeras y racistas del Estado de Israel no es antisemita. Es risible que porque proteste contra las políticas de Israel se me mezcle con la Hermandad Musulmana”, agregó.

Algunas de las repercusiones del show en Uruguay pueden leerse a continuación.

 

Pipe Stein@steinpipe

Sospecho que al asesino de la sinagoga de Pittsburg le gustaría este cerdo de Roger Waters.

Nicole Mitnik@nicmit

El cerdo y toda la manga de ignorantes…. ciudadano ilustre a un antisemita????
Da asco todo.

eduardo kohn@rodobartfeld
En respuesta a @steinpipe

Visitante ilustre de Montevideo para la IMM
El cerdo agradecido

Gonzalo Frasca

@frascafrasca

¿Ya cantamos fuerte temas de Roger sobre derrumbar las paredes de los sistemas educativos opresivos?
¿Ya nos sentimos más rebeldes, más buenas personas?
Porque mañana es lunes y los liceos uruguayos siguen construyendo desigualdad, ladrillo sobre ladrillo…

Alfredo Garcia@AlfredoGarcia09

Desacreditar al músico Roger Waters por sus opiniones políticas me hace acordar a los que criticaban al escritor Vargas Llosa por su postura ideológica. Aflojen con los fundamentalismos, que cada uno piense lo que quiera y no hay vacas sagradas que no se puedan criticar.

Pablo Ferreri@pabloferreri

Realmente un show increíble..seguramente el mejor show audiovisual que se haya visto en Uruguay…

Juanchi Hounie@JuanchiHounie

No hace falta conocer la obra de Pink Floyd para disfrutar de semejante show de Waters. Un despliegue audiovisual que sólo puede lograr el capitalismo, desde el lado de la alienación que inspiró a su autor, y desde el que permite financiarlo

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