El Presidente nos brindó su mensaje en el Parlamento que saludamos porque es importante que se rinda cuentas a todo el país respecto a lo actuado. Pero claro, nos llevamos una desilusión como ya nos tiene acostumbrados este gobierno. Parado desde un pedestal, el Presidente habló desde una realidad imaginaria o para un país de unos pocos. A esto lo hemos llamado el país de las maravillas, que se contrapone al país de las villas, de la clase trabajadora que sufre las consecuencias de este gobierno.
Hoy es claro que estamos peor y para muestra un botón: Hoy 6 mil compatriotas más están en la pobreza, y aumentó sustancialmente la cantidad de personas en situación de calle. Claro, pero esto no estuvo mencionado en el discurso del presidente.
Tampoco estuvo mencionado en el discurso de las maravillas cómo creció la desigualdad, como los salarios, jubilaciones y pensiones han caído al tiempo que los precios de los productos básicos no dejan de subir.
Y lo que más nos molesta, no ha habido una sola mención para los graves problemas que tenemos en nuestro Departamento y en todo el litoral del país respecto a la diferencia cambiaria con Argentina y los problemas de desempleo que se producen por ello.
En el país de las maravillas no hubo mención a los graves problemas de seguridad que los uruguayos estamos sufriendo. Mes a mes van aumentando los homicidios y todos los días nos enteramos de asesinatos provocados por bandas criminales que están tomando el control de las calles. ¡Ya nadie puede vivir en paz!
A los problemas serios de inseguridad sumamos la falta de visión estratégica que ha tenido el gobierno en la administración de las empresas públicas y especialmente como se ha regalado el patrimonio público como el Puerto de Montevideo a multinacionales extranjeras sin ningún tipo de contraprestación.
Frente a todas estas ilusiones y relatos de un país de maravillas que plantea el Presidente se refleja una dura realidad. Lo grave es que el gobierno y el presidente nos creen tontos. Por tercer año consecutivo se anuncia un plan de viviendas que no tienen ningún tipo de financiamiento. ¿Dónde están las 50.000 viviendas prometidas? ¡No las vemos por ningún lado y tampoco van a estar! El presidente y el gobierno de la coalición multicolor han estafado al pueblo uruguayo y continúan creyendo en la inocencia ciudadana.
Parecen haber dos países uno en el que vive Lacalle, y otro donde vive la gente a la que le cuesta llegar a fin de mes, la que no encuentra medicamentos cuando los va a buscar, que ve cómo los precios de los productos aumentan, que tiene problemas para acceder al trabajo, que sufre violencia, que tiene que ir a una olla popular para alimentar a sus hijos.
¡Ya basta Presidente de inventarse una realidad en la que nadie vive! Es hora de salir de la burbuja en que vive usted y buena parte del gabinete. Es hora de salir del país de las maravillas y acercarse al país de las villas.

Álvaro Lima
Diputado

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