La empresa estadounidense Ocean Infinity localizó el submarino argentino ARA San Juan, que llevaba desaparecido desde el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo. El hallazgo se produjo a 800 metros de profundidad, en el lugar donde se había registrado una explosión y a 140 kilómetros de donde se había dado la última comunicación.
El hallazgo se produjo a 800 metros de profundidad tras dos meses de búsqueda con el barco “Seabed Constructor”, provisto de cinco Vehículos Submarinos Autónomos capaces de operar hasta 6.000 metros de profundidad, un laboratorio informático de última generación, dos clases de robot, grúas, helipuerto y lanchas rápidas.
La empresa iba a abandonar esta semana la búsqueda, en principio por unos meses, hasta que en las últimas horas decidió volver a revisar diversos puntos documentados y se dirigió al lugar donde se ha hallado el contacto definitivo.
El último paradero conocido de la nave, en cuya primera fase de búsqueda habían participado medios de 13 países, sin éxito, fue a unos 432 kilómetros de la costa patagónica argentina, cuando estaba de camino desde Ushuaia, donde había realizado ejercicios militares, a la bonaerense ciudad de Mar del Plata, donde estaba su base.
Familiares de los 44 tripulantes afirmaron hoy a Efe estar “muy shockeados” con el hallazgo.
“Es muy impactante. Gracias a Dios ellos están en paz”, contó Marta Vallejos, hermana de Celso, uno de los marineros de la Armada Argentina que viajaban en el buque.
Esta noticia se produce apenas un día después de conmemorarse, con emotivos actos en Mar del Plata, el primer aniversario de la falta de noticias del sumergible, en los que los seres queridos de los 44, además de homenajear a sus héroes, exigieron que siguiera la búsqueda, al tiempo que el presidente del país, Mauricio Macri, mostró su compromiso con que se conozca la verdad.
Gran parte de las familias -que proceden de distintos puntos del país- recibieron esta madrugada la noticia con el desenlace reunidos en el hotel que la Armada pone a sus disposición en la ciudad marplatense, ubicada a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
“Un 15 nos los quitó y un 15 los trajo de vuelta!! Tantos sentimientos tenemos en estos momentos, pedimos respeto y honor para ellos, un paso más cerca de volver a casa. #44herorespresentes #arasanjuan”, escribieron los familiares en su cuenta oficial de Twitter.
Poco después de las 1 de la madrugada, el Ministerio de Defensa y la Armada informaron de que Ocean Infinity halló el submarino tras analizar un objeto de 60 metros de largo que había sido detectado previamente por sensores.
La compañía estadounidense, que cobrará 7,5 millones de dólares por el hallazgo -el contrato con el Gobierno establecía que solo obtendría el pago si encontraba el submarino, con un plazo mínimo de dos meses-, especificó que el sumergible estaba a unos 600 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia.
Jorge Villarreal, padre de Fernando, otro de los tripulantes, destacó que ya en la mañana del viernes les habían comunicado que “había indicios” de que el punto registrado coincidía “con un 70 y 80 por ciento con las características del submarino”.
“Pero siempre a veces se decía lo mismo y eran formaciones rocosas. Nos llama la atención que justo en ese punto habían pasado y no lo hubieran podido encontrar”, reconoció, haciendo referencia a la intensa búsqueda de los primeros meses.
Pero valoró que ahora ya saben “dónde está” y podrán llegar “a la hora del duelo de una mejor manera”.
En estos más de 365 días, los allegados a los submarinistas, en medio del dolor por no saber qué paso, se mostraron muy críticos con el Gobierno y la Armada al no estar de acuerdo con su modo de actuar en la búsqueda y la investigación de lo sucedido y muchos fueron los momentos de tensión con miembros del Ejecutivo de Macri.
En su última comunicación, en las primeras horas del 15 de noviembre de 2017, el comandante del San Juan había informado que se había producido un principio de incendio en un compartimento de baterías por la entrada de agua del submarino, un problema que según la Armada fue resuelto y el submarino pudo seguir su viaje.
La búsqueda en el océano se delimitó principalmente en una zona donde varias agencias internacionales señalaron que se detectó una explosión horas después de que desapareciera la nave.
“Vamos a ir paso a paso y siempre a disposición de la justicia para poder esclarecer qué pasó”, dijo hoy el portavoz de la Armada Rodolfo Ramallo, que destacó que el buque se encontró en el “área 1”, donde el cuerpo castrense “dijo que se había producido la ultima comunicación del submarino”.
Las circunstancias en torno al “principio de incendio” y las condiciones en las que se encontraba el buque -que fue fabricado en Alemania, incorporado a la Armada argentina en 1985 y sometido a una reparación de media vida entre 2008 y 2014- están siendo investigadas por la Justicia.
También una comisión parlamentaria analiza, mediante los testimonios de miembros de la Armada y otras autoridades, los pormenores de la desaparición.