Hoy declara en la causa el senador Leonardo De León, por los gastos realizados con la tarjeta corporativa y decisiones tomadas como presidente de Alur.
Fuentes judiciales dijeron que en este mes de marzo habrá pronunciamiento fiscal sobre todos los indagados por la causa Ancap, lo que incluye al ex vicepresidente Raúl Sendic y el senador Leonardo De León.
La causa se encuentra en sus últimas audiencias, que refieren a la situación de Alur, donde habían quedado algunas dudas e información para aportar. En ese marco, el martes concurrió el ex gerente de Alur Manuel González y hoy lo hará el ex presidente de la empresa Leonardo De León.
Según informó el diario El País, existe un informe del actual directorio de Alur qe califica como “increíbles” las modificaciones realizadas al contrato entre Teyma y Alur que implicó un aumento del pasivo de la empresa, de 60 a 200 millones de dólares.
Olivera fue separado del cargo luego que se conociera públicamente su salario que alcanzaba los 209 mil pesos líquidos. En esa oportunidad, Olivera aclaró en una carta pública que no tiene, ni tuvo actividad política y que ingresó por concurso a la empresa.
El ex gerente dijo que en la empresa se firmaban cientos de contratos por año, por lo que era imposible que pasaron todos por el directorio: “el directorio de ALUR delegó la posibilidad de suscribir contratos por el presidente del mismo, De León o la gerencia general”.
La gestión de Ancap fue llevada a la Justicia por el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente y Unidad Popular en diferentes denuncias en abril de 2016, luego que se conocieran una serie de irregulares que, junto al inexistente título de licenciado, generaron la renuncia del vicepresidente de la República.
Si bien la causa estaba bien avanzada en diciembre del año pasado, un recurso presentado por la defensa del ex vicepresidente de la República, Raúl Sendic demoró el pronunciamiento dictamen del fiscal.
Sendic declaró el pasado 26 de octubre rechazó las acusaciones de corrupción y señaló que además de no lucrar con las actividades de Ancap, las decisiones tomadas estuvieron respaldadas por el directorio. “Uno de los orgullos más grande que tengo es haber sido presidente de esta empresa (…) pensamos que era necesario desarrollar estas inversiones con acuerdos y errores, con demoras y con costos que no se podían calcular desde el principio. Siempre actuamos con la mayor honorabilidad posible y si quieren pueden revisar todas mis cuentas e ingresos y de todo mi sector político y tengo el orgullo de salir de la actividad política con la misma pobreza que entré”, afirmó.