Ángel Moreira dijo después de ser absuelto por la Justicia por el caso de Lola Chomnalez que “nunca tuvieron pruebas” contra él.

Tras la decisión del juez Juna Manuel Giménez Vera de absolverlo como culpable por encubrimiento en el caso del asesinato de Lola Chomnalez, Ángel Moreira, apodado “El Cachila”, conversó ya libre con Subrayado.

Consultado por sus primeras sensaciones después de quedar en libertad, Moreira dijo que para él fue un buen día y “estaba contento” con el abogado que le dijo lo iba a sacar y lo sacó.

“Cumplió con la palabra. Y bueno, pasé mal, te digo sinceramente, casi me mataron. Me patotearon entre siete en una celda. Y bueno, la fui llevando. Pasé dos meses tirado en un calabozo, dormí en una bolsa negra de basura”, expresó.

Posteriormente, al ser consultado por las declaraciones que brindó a la Justicia, Moreira se justificó diciendo que fue fumado de pasta base.

“Yo dije eso porque me agarraron fumado. Fume pasta y me llevaron drogado hasta las manos. Dije cosas que no debía decir. Por eso estuve preso. Drogado dije cualquier cosa que no debía decir porque nunca tuvieron pruebas contra mí. La Policía cayó en mi casa a las 7 de la mañana y me llevaron preso. Me mostraron la chiquilina aquella (por Lola Chomnalez) y me preguntaron: ‘¿Usted la conoce?’ No, no la conozco. Yo la ví a la chiquilina en la tele. ¿Cómo voy a ir a Rocha a matar a una gurisa? No ve que no tiene…”, relató El Cachila.

El hombre dijo después de pasar tres años en prisión que la comida de la cárcel “es peor que la comida para perros” y que tomó medicación.

Agregó además que ahora en libertad, lo que más quiere es “ir a ver a sus hijos”. Sobre si tiene intención de demandar al Estado después de lo ocurrido, el representante legal de Moreira expresó que todavía no estaba resuelto y que será cuestión de tiempo resolverlo.

El juez Giménez Vera argumentó su decisión de absolver a Moreira del delito de encubrimiento basándose en que “la sola voz de Moreira relatando hechos poco creíbles, por un lado, y contradictorios con respecto a las pruebas que se han acumulado, demuelen cualquier estructura seria que pretenda responsabilizar con certeza jurídica a una persona de la comisión de un delito”.

“No existe duda en la decisión que se está adoptando, sino, certeza. Certeza de la ausencia de pruebas que permitan concluir que Moreira es responsable de un delito de encubrimiento”, aún “sin la declaración de Sena (el hombre condenado por homicidio) siendo la absolución del primero la única posibilidad ajustada a derecho”, expresó el magistrado en la sentencia judicial.

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