Su director, Alejandro Nario, dijo que se dio vista de sanción a empresas que ofrecían a los extranjeros caza de especies prohibidas. Además, los permisos de caza de especies permitidas de patos se duplicaron en el último año.
Una decena de especies de patos cuya caza no se permite en Uruguay son promocionadas a través de Internet, denunció la ONG Coendú, que aportó fotografías que demuestran que esta caza ilegal efectivamente se lleva a cabo en el país.
Esta situación irregular fue comunicada a la Dirección Nacional de Medio Ambiente en agosto, tras constatar que mayoritariamente eran empresas extranjeras las que difundían la caza de especies no permitidas en estancias y cotos del Uruguay.
A raíz de esta realidad, la ONG solicitó al organismo que suspenda los permisos de caza de patos en Uruguay (tres especies están permitidas siempre y cuando se tramite una licencia) hasta que no se hagan estudios poblacionales que permitan confirmar si se justifica la caza de determinadas especies.
El director de la DINAMA, Alejandro Nario, dijo que desde que se hizo efectivo el pasaje del área de Fauna del Ministerio de Ganadería a su organismo, se lleva a cabo una discusión de cómo adecuar la normativa de caza en Uruguay, que tiene ya unos cuantos años, ya que “el Uruguay ha ido cambiando”. Este debate abarca también los cotos de caza y los criaderos de especies nativas.
Mientras la DINAMA trabajaba en ordenar la normativa y los procedimientos para el control, al mismo tiempo miraba con preocupación la situación de los patos en el país. Nario señaló que se duplicó la cantidad de permisos de caza de patos de un año al otro, y que entre 40.000 y 60.000 patos de cazan legalmente en Uruguay por año. A ello se le suma la caza sin permiso, por lo que se puede establecer que se mata un número importante de patos silvestres por año.
“Lo que veníamos haciendo es un censo poblacional para analizar los permisos de acuerdo a la situación de cada especie y ver cómo está afectando esto”, dijo Nario, ya que se recibieron reportes (no confirmados aún) de que algunas especies se estaban viendo con menos frecuencia.
“Allí surge esta denuncia de la ONG Coendú, que se juntó con nosotros y planteó el problema. Verificamos la denuncia, porque originalmente eran empresas norteamericanas que promovían la caza en Uruguay, no los sitios web de las estancias”, señaló. Se hizo un trabajo con los técnicos de la DINAMA y se fue identificando los lugares en los que se estaban cazando especies no permitidas. Se les dio vista de sanción, por lo que se espera que las empresas presenten ahora sus descargos. “Nos preocupa mucho la dimensión del problema porque son prácticamente todas, abarca a casi todo el sector”, dijo Nario.
“Vamos a ser muy firmes en las acciones. Si además del incremento legal que vemos, no cazan las especies que deberían, tenemos dudas de que cumplan con la cuota”, apuntó.
Al respecto del pedido de una suspensión de los permisos de caza de todas las especies de pato, Nario dijo que en vistas de esta nueva situación se evaluará si es conveniente dictar una suspensión provisoria mientras se continúa con los estudios poblacionales.