Son días de intensidad y despliegue en el encuentro con la gente, de acá y de las localidades del Departamento. Solo una tarea nos centra en los esfuerzos y es proyectar lo que viene, sin desprendernos de lo que alcanzamos.
Desde la lista 1786, de unidad para los cambios, nos abroquelamos en compartir datos, logros, cifras; cotejamos cómo estábamos y como el presente ha traído otra calidad de vida.
Mucho más vivificante y que nos hace ver y sentir que la fuerza política ha hecho todo para que nos superemos en más educación, más cobertura de salud, más tecnologías digitales, más programas sociales inclusivos y reconociendo lo que se ha hecho no tan bien.
Vivimos en un país que es el más igualitario de América Latina y con mucha inversión pública en educación, salud y asistencia en seguridad social.
Así por ejemplo, en educación se pasó de invertir 547 millones de dólares en 2005 a 3.063 millones en 2018.
O en el área de la salud, donde la inversión en el año 2005 ascendía al 4% del PIB y al 2018 representaba alrededor del 6,8% del PIB.
La asistencia en seguridad social asimismo, se elevó de un 11,4% del PIB en 2005 al 14% en el 2018.
Uruguay bajó la deuda neta, que pasó de estar situada en el 78% del PIB en 2004 al guarismo del 41 % del PIB en 2018.
Hay desde esa base de equilibrio económico una inversión descentralizadora sin precedentes.
La ciencia, la tecnología y la investigación ya son las áreas de crecimiento del presente y futuro.
Uruguay se ubica entre los primeros 9 países más digitalizados del planeta y ello a partir de una empresa pública que explotó al desarrollo como ser ANTEL.
Fue democratizado el acceso a la tecnología mediante la fibra óptica, la conectividad internacional con cable submarino y el acceso a computadoras personales y tablets por medio del plan Ceibal y el plan Ibirapitá.
Nuestro país es un ejemplo mundial, ha generado un Plan Nacional de Ciencia, tecnología e innovación. El conocimiento ha pasado a ser la herramienta de desarrollo y descentralización más significativa, en términos de posicionarnos en la región.
Nos complace saber que son algo más de 2.500.000 de personas que, en todo el país, han ingresado en la cobertura del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS); alcanzándose gradualmente la universalidad de habitantes.
Para la próxima administración del Frente Amplio, los y las jóvenes de entre 18 y 23 años de edad cumplidos pararán a tener FONASA por el aporte de sus padres.
Fueron incorporados los medicamentos de alto precio entre las prestaciones del Fondo Nacional de Recursos y desde 2004, Uruguay registra una caída de la tasa de mortalidad infantil reduciéndose más de un 50%.
A través del Hospital de Ojos, 90.000 personas se realizaron intervenciones gratuitas para poder ver.
Y lo que vemos es la inmensa voluntad de continuar transformando la vida de la gente, con conciencia de lo actuado pero pensando en tiempos por venir y más programa con calidad.