Como ya informáramos en este Portal la Justicia determinó la prisión preventiva por 150 días para Cleomedes Medina el doble homicida de la sra. Olga Costa, y de un policía, el cabo Fernando Farinhaque se encontraba custodiando a la infortunada mujer.
La tragedia ocurrió justo el día que se conmemora el Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo, en una casa del barrio Umpierre.
El asesino fue trasladado en camilla en una ambulancia de ASSE desde el Hospital hasta la sede penal cerca de las 9 de la mañana y permaneció hasta aproximadamente las 10.30 horas, retirado en la misma ambulancia que lo había traído hasta la sede judicial.
La titular del Juzgado Penal, la Dra. Lucía Granucci dispuso como medida cautelar, su remisión a prisión preventiva por 150 días, lapso tras el cual pasará a juicio oral.
Luego de la audiencia en el Juzgado, el imputado quedó bajo la custodia del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y trascendió que se estudiaba la posibilidad de que en breve, sea enviado a un centro de reclusión de la capital, dado que se entiende que de ser internado en la cárcel local, podría correr serio riesgo de vida.
Por detalles que se conocieron ahora de la investigación, la víctima había sido amenazada de muerte varias veces por su ex pareja. Esto se planteaba cada vez que ella, planteaba poner fin a la relación y amenazaba con denunciarlo por violencia doméstica. No obstante, desde hace tres semanas, la mujer había logrado finalizar la relación, y el hombre se había ido a vivir con su madre en barrio Artigas.
El pasado miércoles 7 de marzo, en horas de la tarde, Olga Costa, recibió en su teléfono celular una llamada de Cleomedes Medina en la cual le amenazó y comunicó que la iba a matar si o si, en el lugar que fuera. La amenaza, llevó a que la mujer, decidiera a las 17 horas de ese mismo día concretar la denuncia ante las oficinas de la Unidad de Violencia Doméstica y Género de la Jefatura de Policía de Salto.
Olga Costa (45) dormía en un cuarto. Dos de sus hijos estaban en otra habitación y los dos uniformados los cabos Fernando Farinha y Franco Lemos-montaban guardia en el living de la casa. Farinha (41 años) fue abatido, de un perdigonazo que le afectó el corazón y tras ello, ya sin trabas, dio muerte a la mujer. Tras ello, se enfrentó con el segundo agente policial, intercambiando disparos, hasta ser alcanzado de un balazo en una de sus piernas y así caer, posibilitando ser reducido.