El decreto firmado por Tabaré Vázquez permitirá adquirir medicamentos con cannabidiol, que hasta ahora sólo podían conseguirse mediante importaciones muy caras.
El gobierno autorizó la venta de medicamentos a base de compuestos extraídos del cannabis en farmacias de plaza, en un nuevo paso hacia una reglamentación total de la comercialización de marihuana y derivados en el país.
En un decreto firmado por el presidente Tabaré Vázquez y publicado en la página de la Presidencia de la República, el Ejecutivo anuncia que estos productos podrán venderse “bajo receta profesional”, es decir, requeridos por médicos tratantes.
El decreto refiere a productos farmacéuticos medicinales “con cannabidiol como principio activo, elaboradas a partir de extractos de cannabis de variedades no sicoactivas”, es decir, cáñamo, con un contenido de THC -el compuesto sicoactivo que se halla en la marihuana que se fuma- menor a 1%.
Esta nueva disposición, ampliamente demandada por personas que hasta ahora deben pagar fuertes sumas de dinero para importar estos productos o conseguirlos mediante donaciones o compras no autorizadas a productores locales artesanales, acompaña la decisión de Uruguay de regular el mercado de la marihuana con fines recreativos.
Nuestro país habilitó en julio pasado la venta de marihuana con fines recreativos en farmacias en función de una ley aprobada en 2013 que autoriza la compra de esta droga de forma legal previo registro del consumidor ante el Estado, además de la producción para consumo individual y de forma cooperativa en clubes cannábicos.
Las farmacias y el negocio
Esta última fase pone nuevamente el negocio vinculado a la producción de cannabis en la órbita de las farmacias, luego de que algunas de las que vendían los sobrecitos de cinco gramos a los consumidores registrados comenzaran a dejar de comercializarla, porque los bancos les impedían tener cuentas con ellos.
En efecto, en función de reglamentaciones internacionales, los bancos locales, incluido el estatal Banco República, decidieron congelar su relación con empresas vinculadas al circuito de producción y venta de marihuana.
La noticia puso en jaque una de las patas centrales del esquema ideado por el Parlamento durante la gestión de José Mujica, al comenzar a cerrarse algunos de los puntos de expendio de marihuana recreativa producida bajo control del Estado.
Dos empresas privadas producen la droga en predios públicos bajo vigilancia oficial, y 16 farmacias comenzaron a venderla en algunos puntos del país, una cifra que se redujo sensiblemente luego de la decisión bancaria.
El gobierno trabaja en el desarrollo de un nuevo sistema de comercialización de la droga, toda vez que la ley exige que el producto esté disponible para los consumidores registrados, cuyo número no cesa de aumentar.
Según el estatal Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), hay 14.739 personas registradas para comprar en farmacias, más del triple que el día que comenzó la venta el pasado 19 de julio. Además existen 7.328 cultivadores registrados y 64 clubes de membresía.