Gonzalo Coronel, de Atlanta, hizo el mejor apronte y la peor ejecución en la serie de penales que su equipo perdió ante Villa San Carlos.
Mientras la Superliga disputaba sus partidos de la segunda fecha este fin de semana, la Copa Argentina siguió su curso con encuentros de la primera ronda. Este domingo fue el turno de Atlanta y Villa San Carlos, que se fueron a los penales en el estadio de Estudiantes de Caseros.
En la definición desde los 11 metros tras un aburrido 0-0, Villa San Carlos se impuso 4-3 e hizo historia, ya que en sus cuatro participaciones anteriores nunca había podido sortear una fase. No obstante, no es este el motivo que generó que el encuentro se transformarse en noticia.
Atlanta era favorito por jugar en la B Nacional, una categoría más arriba que la de su rival de turno, pero no pudo plasmarlo. Hasta el tercer penal de cada cuadro estaban igualados con 100% de efectividad, pero el cuarto ejecutado por el elenco bohemio resultó clave.
Gonzalo Coronel tomó una larguísima carrera de más de 11 metros. De hecho, al momento de empezar a correr hacia el punto penal, la pelota estaba más cerca del arco que de él. En ese pique aceleró, frenó, caminó, amagó y saltó. Un apronte excesivo para lo que fue el disparo; una masita a las manos del arquero Rodrigo Benítez.
Villa San Carlos metió sus cuatro disparos y Atlanta falló los últimos dos, por lo que el equipo de la B Metropolitana avanzó de ronda y espera por Huracán o Estudiantes de San Luis, que se enfrentarán este martes.