El siguiente informe fue elaborado por la Dirección General de Hacienda y Administración de la Intendencia de Salto en acuerdo con la Dirección de Turismo y la Secretaría General.

Por lo que lleva la firma del profesor Gustavo Chiriff, el licenciado Fabián Bochia y María Noel Rodríguez.

Demás está decir que representa el espíritu de la Administración comunal y reflexiona desde lo teórico pero también aporta indicadores clave para entender el fenómeno. Y desenmascara argumentos que caen por su propio peso.

Para poder entender de qué estamos hablando, debemos definir que el peaje, es un pago que se realiza como derecho para poder circular por un camino o ruta y es una tasa o tarifa que se cobra a un medio de transporte (no a personas) como derecho de tránsito, por usar la infraestructura existente, la cual es mantenida y mejorada, mediante parte de este pago.

Dicho esto, podemos afirmar que lo que se instaló en la entrada de Termas de Arapey, no es un peaje, sino que es un control de acceso a las propias Termas de Arapey. Esta cabina, ubicada antes del puente del aliviadero del río Arapey, tiene como finalidad el poder controlar a las personas que ingresan al predio, ya sea a la infraestructura hotelera, como al camping, zona de piscinas y predio en general. El valor que se fija de entrada se discrimina en residentes (salteños) y no residentes; teniendo que abonar dicho valor todos los que ingresen a disfrutar del espacio turístico denominado Termas del Arapey, que es un conjunto de atractivos naturales y de infraestructuras turísticas, en armonía con el entorno natural.

Anterior a este nuevo control de acceso, existía lo que se denomina “el pañuelo”, control ubicado al ingreso de la calle principal del complejo termal, en donde se cobraba la entrada al mismo. Por el crecimiento propio de Termas de Arapey, este control comenzó a ser obsoleto, en cuanto no pasaban por él, todos aquellos que ingresaban al predio termal, verificándose una importante fuga de no cobro de entradas, que iba en el claro perjuicio de la recaudación diaria, sobre todo en las temporadas altas de Arapey como lo son Carnaval y Semana de Turismo.

Ya anteriores administraciones han querido corregir este inconveniente y sin mayores éxitos no lo han podido solucionar. Esta Administración, con una visión de equidad, en cuanto todos aquellos que ingresen a disfrutar del espacio de Termas de Arapey, deben pagar su entrada respectiva, instrumentó el nuevo control de acceso.

En este control de acceso se cobra el ingreso a toda persona que usufructúa del espacio de Termas de Arapey, en las siguientes modalidades:

· Los que entran por el día.

· Los que acampan, se les cobra la parcela y los días de estadía.

· Los que van a alojamientos municipales, el valor del ingreso ya está en la tarifa, cobrando una sola vez

· Los que van a alojamientos privados, se les cobra una única entrada a precio de residentes por única vez.

Si tomamos la media de pernoctes, tres días, sobre la base de dos adultos y dos menores, tenemos el siguiente comparativo de incidencia del valor de la entrada sobre la tarifa.

 

 

Nota: La tarifa del Hotel Municipal es de $ 12.690, incluyendo entrada.

Como vemos, el impacto de coste sobre el valor de alojamiento es insignificante, cobrándose por única vez el ingreso, no importando la cantidad de días que permanece en el hotel. Debemos destacar, que a los Hoteles privados la actual administración municipal le hizo una propuesta para que el turista no fuera el que pagara en el acceso de control, remitiendo el rooming list diario (lista de huéspedes) al control de acceso, a los efectos de que el turista no tenga demoras y se trasladara el costo directamente al Hotel, ofrecimiento que fue rechazado por los mismos, por lo cual hoy se les cobra a cada turista al ingreso a Termas de Arapey.

El nuevo control de acceso tiene un sistema computarizado muy ágil, que permite que el tiempo de espera del turista sea mínimo.

Todos los huéspedes de los Hoteles privados pueden disfrutar libremente del parque termal y sus servicios; y en los hechos lo realizan, a través de paseos, cabalgatas, recorridos en bicicleta, guiadas por el parque, describiendo la historia de Termas de Arapey, avistamiento de aves y disfrute de las piscinas. Diariamente se observa a los huéspedes de los Hoteles privados recorriendo Termas de Arapey (se lo reconoce por el brazalete distintivo del Hotel), usando sus servicios y disfrutando de sus atractivos.

En definitiva, el control de acceso, vino a resolver un problema de inequidad que venía desde hace mucho tiempo, en la que algunos pagaban por su ingreso al parque termal de Arapey y otros, por acción u omisión no lo hacían y más allá de las presiones mediáticas que se ejerzan, el fondo de la cuestión es establecer justicia social sobre un espacio de uso público tarifado.

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