Sin dudas el descenso de las aguas del río Uruguay y los arroyos Sauzal y Ceibal, van dejando a su paso los deshechos que quedan generalmente en este tipo de eventos.
En esta oportunidad, la tarea es más compleja, porque el río llegó a una marca histórica, solo superada por la creciente de 1959 y fue mucha la gente que dejó parte de sus pertenencias en sus hogares al evacaurse o ser autoevacuada.
El trabajo que demandará varias semanas continúa y, con el apoyo y solidaridad de todos los que han colaborado y el gobierno nacional con los recursos que destinará a los damnificados en coordinación con la Intendencia de Salto, se saldrá adelante.
En las fotografías, se ve el trabajo en la zona de Florencio Sánchez y Cervantes y Cervantes y Colón.