Montevideo , Uruguay, 21 de Setiembre 2019. Acto de Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimon en la Aduana de Oribe Foto: Gastón Britos / FocoUy

Entró al Parlamento como suplente de su madre, quiso ser intendente de Canelones y le ganó una elección interna casi imposible a Larrañaga.

Luis Lacalle Pou fue electo como nuevo presidente de Uruguay tras vencer en el balotaje a Daniel Martínez. Esta fue la segunda vez que lo intentó. En la primera tuvo una victoria inesperada en la interna pero fue derrotado luego en las dos instancias de las elecciones generales.

La carrera política de Lacalle Pou dio su primer gran salto cuando entró a la Cámara de Diputados en el año 2000. En las elecciones de 1999 era suplente de su madre, María Julia Pou, en una lista nacionalista de Canelones. Sin embargo, ella fue electa senadora y en la diputación dejó la banca a su suplente, su hijo, que en aquel momento tenía 26 años.

Cinco años después volvió a ser electo diputado. Fue en el período 2005 – 2010 donde obtuvo mayor visibilidad pública. De hecho, en esa legislatura Lacalle Pou protagonizó un suceso muy recordado: una pelea con un diputado frenteamplista en plena sesión de la Cámara de Diputados.

Los diputados se encontraban en una discusión sobre el libro Cero a la izquierda, que recoge las memorias del guerrillero Jorge Zabalza. Lacalle Pou y Domínguez comenzaron un cruce de palabras hasta que el nacionalista se levantó de su banca y, mientras algunos trataban de frenarlo, el frenteamplista lanzó: “Oligarca puto”. Incluso, cuando la cantidad de gente en torno a ellos era considerable, hubo un breve cruce de trompadas.

Luego, ya con su propio sector, Aire Fresco, volvió a presentarse en las elecciones de 2009 y fue nuevamente electo diputado.

En 2010, Lacalle Pou fue candidato a intendente de Canelones, pero dichas elecciones las ganó el Frente Amplio, con Marcos Carámbula a la cabeza.

Fue en 2013 cuando se proclamó como precandidato a la presidencia por el Partido Nacional por el sector “Todos hacia adelante”, grupo integrado por varios sectores nacionalistas.

En 2014 venció en la elección interna a Jorge Larrañaga cuando casi nadie lo esperaba (de hecho las encuestas proyectaban su derrota), pero en octubre el Frente Amplio aventajó por 18 puntos porcentuales al Partido Nacional y fue al balotaje casi sin oportunidades. En el mano a mano contra Tabaré Vázquez, el frentista se impuso por un 56.62% a 43.38%, la mayor diferencia en los tres balotajes celebrados hasta entonces.

El haber vencido a Larrañaga a pesar de los pronósticos lo posicionó como el líder de la oposición. Además, en aquella ocasión fue electo senador.

Este año quedará en el recuerdo como la vuelta al gobierno del Partido Nacional tras 25 años y la vuelta de un partido tradicional tras quince años de gobiernos frenteamplistas.

La última recta

Fue el liderazgo de Lacalle Pou una de las claves para que esto sucediera, ya que logró juntar a la mayoría de los partidos de oposición para vencer en el balotaje al Frente Amplio, que desde 1999 es la fuerza política con mayor cantidad de votos.

Cuando parecía que las elecciones internas serían un mano a mano entre él y Larrañaga, igual que en 2014, arremetió Juan Sartori, un empresario millonario con estrategias desconocidas para nuestro país que puso, al menos para algunos, en duda su victoria.

Sin embargo, el abogado de 46 años ganó con amplio margen aquella elección interna y esa fue, sin dudas, una gran victoria de Lacalle Pou y fue, también, cuando se posicionó como principal candidato a ser presidente.

Cuando ganó las elecciones internas se vio a Lacalle Pou convencido de lo que hacía. La misma noche nombró a Beatriz Argimón como candidata a vicepresidenta y luego llevó adelante una campaña de buena relación con sus futuros colaboradores en la coalición.

Siempre mantuvo su discurso de coalición, a pesar de que otros candidatos tuvieran rispideces entre sí. Eso, sin dudas, favoreció que una vez terminada la elección de octubre, la mayoría de los votantes de otros partidos definieran votarlo.

Ya en octubre, con los resultados a la vista, su ascenso al sillón presidencial parecía inminente, y finalmente se concretó este jueves, tras el conteo de votos observados del balotaje más ajustado de la historia.

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