La oposición pide definir qué misión se pretende para las Fuerzas Armadas
El ministro de Defensa Jorge Menéndez, que comparecerá este mediodía ante la comisión de su área en el Senado para analizar la situación de equipamiento de las Fuerzas Armadas, busca una fórmula con otros ámbitos oficiales para conseguir una actualización a la luz de los desafíos que se afrontan, como la ampliación del mar territorial o la posibilidad de interceptar aviones sospechosos.
Como no hay recursos previstos en la ley de Presupuesto para todo este gobierno, una de las posibilidades es un fideicomiso por unos US$ 500 millones, algo en lo que ya trabajaba el fallecido exministro Eleuterio Fernández Huidobro.
Desde la oposición se está dispuesto a dar una mano, adelantó el senador nacionalista Javier García, que junto con su colega Luis Lacalle Pou convocara al ministerio a esta reunión tras la presentación, en junio, de un estado de situación al Parlamento sobre el equipamiento militar.
“Analizaremos la situación crítica de las Fuerzas Armadas porque debemos ponernos todos de acuerdo en qué Fuerzas Armadas queremos”, dijo García. “Tiene que haber condiciones mínimamente operativas. La situación en que se encuentra ahora alguna fuerza la hace testimonial”, añadió.
Crítica.
Cuando comenzó el proceso parlamentario de discusión de la Rendición de Cuentas, Defensa envió junto con el articulado un relato sobre el estado de situación de, al menos, la Armada y la Fuerza Aérea, donde se reconocía que más de la mitad de los aviones no está en condiciones de volar, que la flota naval tiene en promedio 50 años de vida y no navega lo suficiente.
En el informe enviado como anexo al proyecto de Rendición de Cuentas, la Fuerza Aérea daba cuenta entonces que se finalizó 2015 con un registro de 41% de operatividad de las aeronaves, admitiéndose “la obsolescencia de las plataformas aéreas que posee el Uruguay —el promedio de antigüedad de flota es de más de 30 años y en las aeronaves C—130 (Hércules) más de 50 años— y la falta de capacidad en mantener stocks de repuestos críticos a disposición”.
En relación con el accidente, el informe daba cuenta que en el caso de los aviones de instrucción, como el A 37B donde murieron los oficiales el pasado viernes, de los 23 existentes solamente el 45% estaban operativos.
La situación en 2015 no ha sido menos crítica en la Armada: según ese informe, navegó 247 días en el año . “La magnitud de las averías imprevistas en algunos de los buques de mayor porte, impidieron cumplir con la meta trazada”, alertaron los oficiales, para agregar que ese nivel de navegación “es bajo” y que eso se corresponde “directamente con los bajos niveles del alistamiento de la flota” —lo que indica que están en condiciones de navegar—, “principalmente debido a las serias limitaciones del material que presentan las unidades con promedio de 50 años”.