En números absolutos, Brasil, con una población de unos 212 millones de habitantes, es el segundo país del mundo más castigado por la pandemia.
Brasil reportó 758 muertes relacionadas con la COVID-19 en las últimas 24 horas y acumula ya 120.262 fallecidos desde el inicio de la pandemia, mientras que el número de positivos se acerca a los 3,9 millones, informó este sábado el Gobierno.
De acuerdo con el boletín diario del Ministerio de Salud, los casos confirmados de nuevo coronavirus en el país llegaron hasta los 3.846.153, tras contabilizar 41.350 nuevos positivos en el último día.
En números absolutos, Brasil, con una población de unos 212 millones de habitantes, es el segundo país del mundo más castigado por la pandemia, solo por detrás de Estados Unidos.
La tasa de mortalidad por la enfermedad en el país se elevó ligeramente hasta los 57,2 óbitos por cada 100.000 habitantes.
Por su parte, el número de pacientes recuperados superó los tres millones (3.006.812), lo que supone el 78 % del número total de infectados, mientras que otras 719.079 personas continúan bajo cuidados médicos.
La pandemia está en una fase de “estabilización” en el país, aunque con cifras aún elevadas, pues la media diaria de contagios es de unos 40.000, mientras que el promedio de muertes es de alrededor de 1.000, aunque en los tres últimos días ha estado por debajo de esa cota (984 el jueves, 855 el viernes y 758 este sábado).
El estado brasileño con peores números sigue siendo Sao Paulo, el más rico y poblado del país, con 46 millones de habitantes, al registrar hasta este sábado 29.944 decesos y 801.422 casos confirmados de COVID-19.
BOLSONARO VUELVE A DEFENDER LA POLÉMICA CLOROQUINA
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a defender este sábado el uso de la cloroquina como remedio para superar la enfermedad, pese a que la eficacia de este antipalúdico contra la COVID-19 no ha sido comprobada científicamente.
“Ha salvado miles y miles de vidas en todo Brasil”, aseguró el líder ultraderechista en un acto oficial con motivo de la inauguración de un parque de energía solar en el municipio de Caldas Novas, en el estado de Goiás (centro).
El jefe de Estado fue contagiado con el nuevo coronavirus, estuvo confinado durante 20 días en julio y atribuyó su recuperación a la cloroquina. Diversos estudios indican que el uso de este medicamento puede provocar alteraciones en el corazón.
Además, el líder ultraderechista provocó una nueva aglomeración de personas a su llegada a Caldas Novas.
En un vídeo publicado en su perfil de Facebook, Bolsonaro apareció sin mascarilla y no dudó en acercarse hasta sus seguidores, darles la mano y tirarse fotografías con ellos.
El mandatario, uno de los líderes mundiales más escépticos sobre el peligro de la enfermedad, a la que llegó a tildar de “gripecita”, censura el uso de mascarillas y ha contrariado en multitud de ocasiones las recomendaciones sanitarias, además de criticar las medidas de distanciamiento social.