El científico uruguayo habló con nuestros colegas de Montevideo Portal sobre su participación en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
Por Santiago Magni
Santimagni93
El uruguayo Marcelo Barreiro es uno de los 230 científicos que desde 2018 integra el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que desarrolló un primer informe sobre cómo funciona el sistema climático y qué es lo que se sabe del estado del arte sobre la influencia humana sobre el clima. En diálogo con Montevideo Portal, el científico e investigador del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de la República y Pedeciba Geociencias, contó en qué consiste este informe presentado recientemente, qué esperar a futuro sobre el cambio climático y qué cambios han ocurrido en Uruguay.
Montevideo Portal: ¿En qué consiste este primer informe del IPCC?
Marcelo Barreiro: El informe llevó su tiempo de preparar y es uno de los tres tomos del informe completo del IPCC, ya que los dos siguientes tomos se van a publicar en marzo y en abril de 2022. Este informe tiene que ver con qué es lo que se sabe sobre cómo funciona el sistema climático y cual es el estado del arte del conocimiento de la influencia humana sobre el clima. En este primer tomo, que tiene que ver con las bases físicas del cambio climático, es en el que yo trabajé. El tomo dos tiene que ver con la vulnerabilidad, impactos y adaptación al cambio climático y el tercero con la mitigación del cambio climático. El informe tiene 12 capítulos y cerca de 1.500 páginas, luego se hace un resumen para los tomadores de decisión que tiene algunas decenas de páginas y es el que se aprueba a nivel de países. El informe tiene un montón de resultados, ya que en 1.500 páginas se trata de resumir todo lo que se sabe sobre el clima y del impacto de la acción humana sobre el clima. Una de las cosas más importantes es el mensaje de que los cambios recientes que hemos observado en el clima son generalizados a nivel de todo el planeta. Han ocurrido rápidamente y son cada vez más intensos, no tienen precedentes en los últimos 2.000 años. Por ejemplo, la temperatura media global aumentó cerca de 1.1 grado desde la época preindustrial a la fecha.
El informe dice que es indiscutible que el calentamiento global ha sido debido a la acción humana. La única forma de explicar el calentamiento observado es incluyendo la emisión de gases de efecto invernadero, generado por los humanos, así como también los aerosoles que son las partículas líquidas y sólidas que quedan suspendidas en el aire debido a la actividad industrial. Todo el globo se calentó esencialmente, todas las regiones del mundo, unas más que otras. Algunas se calentaron unas pocas décimas y otras cerca de tres grados. En nuestro país el calentamiento observado en los últimos 60 años fue cerca de un grado en promedio. Vamos más o menos con el promedio global, pero en regiones como el norte de Asia el aumento de la temperatura fue de dos o tres grados.
MP: ¿Qué otros factores han tenido cambios?
MB: Además de las temperaturas han cambiado los regímenes de vientos, las precipitaciones. En cuanto a las lluvias hay regiones en las cuales llueve más y otras menos. A diferencia de la temperatura que aumenta en todos lados, más o menos, en las lluvias lo que ocurre es que algunas regiones se han vuelto más secas y otras más húmedas por las lluvias. En nuestro país, y lo que englobaría al sur de Brasil, ha habido una tendencia en los últimos 60 años de un aumento de entre un 15 y un 20 % de las lluvias en promedio anual. Ese aumento no ha sido uniforme en todo el año, ha sido positivo, ya que ha habido un aumento de las lluvias en verano, otoño y primavera, mientras que en invierno al norte del Río Negro ha habido un descenso de las precipitaciones. Junto a las lluvias promedio han aumentado los eventos extremos de lluvias en primavera y otoño, fundamentalmente, y algo en verano.
En cuanto a lo que es el clima en general no solo cambia la atmósfera, también cambian los océanos. Los océanos absorben el 90% de la energía extra que queda dentro de la Tierra debido a la acción humana. Si el océano no absorbiera toda esa energía la temperatura hubiera aumentado mucho más. Lo primero que pasa es que aumenta la temperatura del océano y el nivel del mar, que ha aumentado cerca de 20 centímetros en 100 años. Ese aumento del nivel del mar no es solo por el calentamiento, sino por el derretimiento de glaciares que existen a nivel continental, de Groenlandia y la Antártida. A diferencia de otras variables climáticas, el aumento del nivel del mar es más difícil de parar porque es consecuencia del calentamiento del océano y el derretimiento de los glaciares que tienen escalas más largas. Si no limitamos rápidamente las emisiones de gases invernaderos el nivel del mar va a aumentar más.
La temperatura es una de las variables más simples de estudiar, ya que se comporta en forma más homogénea espacialmente, y, además, las escalas de tiempo son relativamente largas. Por ejemplo, si está cálido lo está en todo el país en Uruguay y por algunos días. El caso de las lluvias es diferente, tienen escalas de tiempo mucho más cortas y, además, tienen escalas espaciales mucho más chicas. Todos sabemos que a veces llueve en el Centro de Montevideo y alrededor no. Eso hace que los cambios en las precipitaciones sean más difíciles de atribuir a la acción humana. El problema del cambio climático tiene dos patas, una es la detección del cambio y la otra la atribución del cambio observado a laacción humana. La detección del cambio de alguna forma es razonablemente fácil de hacer si uno tiene series de tiempo largas, pero la atribución del cambio es más compleja porque el clima varía en forma natural sin que el hombre haga nada.
Estudios han mostrado a nivel global que Uruguay, y el sur de Brasil, es una de las pocas regiones en las cuales el aumento de precipitaciones medio anual se puede atribuir en parte, al menos, a la acción humana. El aumento de precipitaciones que hemos tenido, de un 15% o 20% en los últimos 60 años, es al menos, en parte debido a la acción humana. Eso muestra que lo que está ocurriendo en Uruguay, al igual que el calentamiento, es consecuencia de las acciones de todo el mundo. Solo el 16% de las regiones a nivel mundial en las cuales se han observado cambios en las precipitaciones son regiones en las cuales se puede atribuir ese cambio a la acción humana.
MP: ¿Qué consecuencias tiene la acción humana en el clima?
MB: El ser humano desde la Revolución Industrial se ha vuelto un agente de cambio global, y a este período se le llama Antropoceno. El humano pasa a ser un agente de cambio de las condiciones del planeta. En Pedeciba Geociencias se hizo una jornada y una de las charlas estuvo asociada al cambio climático en la región. La acción humana tiene dos efectos sobre el clima, uno es el del calentamiento debido a los gases de efecto invernadero y el otro es el de enfriamiento debido a la emisión de aerosoles. Estos aerosoles son partículas suspendidas líquidas o sólidas, que lo que hacen es reflejar la reacción solar y al hacer eso enfrían el planeta. Además, actúan como núcleos de condensación de nubes. La acción humana tiene dos consecuencias que se oponen, por lo tanto, parte del calentamiento que hubiera resultado debido a la emisión de gases de efecto invernadero por los humanos fue balanceado por el enfriamiento generado por los aerosoles. El resultado es el neto entre las dos consecuencias de la acción humana.
MP: ¿Dónde se ve más el cambio en la región oceánica de Uruguay?
MB: La región oceánica de Uruguay forma parte de la región asociada a la confluencia entre la corriente de Malvinas, del sur, que es fría y la corriente de Brasil, cálida, que viene del norte. Esa confluencia es una de las regiones en las cuales el calentamiento ha sido mayor en las últimas décadas, a nivel global de los océanos. Las condiciones oceánicas en nuestra zona económica exclusiva es una de las que ha mostrado grandes cambios en temperatura de superficie del mar. Eso tiene que ver con cambios en la circulación oceánica, en los flujos de calor con la atmósfera y es un tema de estudio actual para nosotros.
MP: ¿Qué proyecciones hay a futuro sobre el cambio climático?
MB: En el Acuerdo de París (un acuerdo realizado en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2015) los gobiernos se pusieron de acuerdo en intentar de que para fin del siglo XXI no superemos los dos grados de calentamiento, y que lo mejor sería no superar 1,5 grados. Para no superar ese 1,5 nos queda poco tiempo, porque ya estamos en 1,1. Queda solo 0,4 de calentamiento adicional si no queremos superar esa cifra. El 1,5 no es un número mágico, ni 2 lo es, sino un número en el que los políticos se pusieron de acuerdo. Lo que se observa es que cuanto mayor sea el calentamiento a nivel global más importantes van a ser los cambios en todas las variables meteorológicas y climáticas que se te ocurran. Los cambios en las lluvias van a ser mayores, los cambios en los extremos de lluvia o de temperatura, el aumento del nivel del mar, el descongelamiento, todos van a ser peores cuanto más se caliente. Lo que se intenta es limitar los cambios que ocurran a nivel regional y global. Si no se quiere superar el umbral de 1,5 se necesitan reducciones inmediatas, rápidas, y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero. Hay un montón de especies que no se pueden adaptar a cambios rápidos en el clima y son las que más sufren. No hay dos lecturas al respecto, las emisiones hay que reducirlas si no queremos que haya cambios que van a ser muy perjudiciales para todas las regiones del mundo.
Para saber cómo va a ser el clima a futuro se realizan proyecciones con modelos climáticos. Estos modelos usan ecuaciones matemáticas para representar el comportamiento de la atmósfera, el océano, los hielos y los continentes y se resuelven en supercomputadoras. Asimismo, estos modelos permiten incluir evoluciones posibles de la sociedad y qué uso de los combustibles fósiles va a hacer esa sociedad. Se consideran diferentes escenarios, como por ejemplo, economías sustentables basadas en recursos energéticos renovables, ó economías basadas fuertemente en el uso de combustibles fósiles. En el caso de mayor uso de combustibles de fósiles se puede prever que para fin de siglo XXI habrá temperaturas cercanas a 4 grados por encima de la época preindustrial, con cambios de todo tipo a nivel climático. Según el modelo, si hay una transición hacia energías renovables el clima va a llegar a 1,5 grados, pero va a estacionar ahí y no va a seguir aumentando, y podría llegar a disminuir. Los cálculos muestran que la ventana de oportunidad para llegar al 1,5 es de 10 o 15 años, si seguimos al ritmo en el que estamos emitiendo gases de efecto invernadero. En resumen, para limitar el calentamiento a 1.5 C son indispensables reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero.