Tenía 50 años y cursaba la enfermedad de manera domiciliaria., hasta que un agravamiento de su cuadro hizo que se pidiera su internación.
Mariela de Souza, una mujer de 50 años residente en Artigas, falleció a primera hora del pasado lunes en su domicilio a causa de la covid.
Su hijo, Natanael Fernández, y su nuera, Jessica Farías, dialogaron con el medio local Clic Regional y aseguraron que la mujer murió sin haber recibido asistencia y a la espera de una ambulancia que nunca llegó.
De acuerdo con el citado medio, la mujer ya había sufrido la muerte de un hijo d e24 años días atrás. Luego del deceso, se supo que también padecía covid.
La familia relató que Mariela cursaba la enfermedad de manera domiciliaria, hasta que el pasado domingo su situación se agravó y pidieron una ambulancia de ASSE, servicio del que la mujer era usuaria.
Fernández contó que desde el sanatorio le contestaron que sólo había servicio de ambulancias a partir de las 20.00 horas. Ante la omisión, la familia llamó al 911. “La policía llegó en cinco minutos”, reconoció el hombre, quien relató que los agentes pidieron por radio que se enviara una ambulancia, pero tampoco tuvieron éxito.
Finalmente, la mujer falleció el lunes y su cuerpo permaneció cinco horas en el domicilio, hasta que una doctora constató su deceso.
En su relato, Fernández cuenta que la ambulancia llegó luego de que interviniera Fiscalía para ordenarlo. Sin embargo, Fernández puntualizó que dicha ambulancia no llegó para ocuparse de su madre, que ya había fallecido, sino para atender a un tío -hermano de la difunta- quien también es covid positivo y “estaba teniendo un ataque”.
El hombre añadió que vecinos se comunicaron con mutualistas privadas, pero que estas “no se mueven” sin saber de antemano quién pagará el traslado.
Para rematar el largo rosario de reclamaciones, la familia contó que Mariela debió en su momento ser hisopada dos veces, porque se extraviaron las muestras tomadas en la primera ocasión.
“Todavía te toman el pelo de una manera, te dejan el cuerpo de tu mamá cinco horas tirado en el piso”, lamentó Hernández.