La multinacional estadounidense Apple retrasó un mes la producción de su nuevo modelo de iPhone por el impacto sobre la demanda y sobre la cadena de suministro de la pandemia mundial de coronavirus, según publicó este lunes The Wall Street Journal.
El rotativo neoyorquino citó “fuentes conocedoras de los cambios”, según las cuales Apple todavía planea sacar cuatro versiones de su nuevo modelo de teléfono este año, pero la producción a gran escala que normalmente tiene lugar en agosto, se retrasaría hasta septiembre.
Consultada por Efe, Apple, que presenta sus resultados financieros correspondiente a la primera mitad de 2020 este jueves, evitó confirmar o desmentir la exclusiva del Journal.
La decisión de retrasar un mes la producción de los nuevos iPhone se debe tanto a la previsión de que la pandemia de COVID-19 rebajará durante los próximos meses la demanda de teléfonos a nivel global como a los parones de actividad y cierres de fábricas en Asia, donde Apple manufactura sus productos.
El calendario habitual que sigue la firma de Cupertino (California, EE.UU.) es acelerar la producción de nuevos teléfonos en agosto, presentarlos al público en un gran evento a mediados de septiembre y sacarlos a la venta a finales de ese mismo mes.
Este año, con el COVID-19 el calendario se ha alterado: parece difícil que Apple pueda organizar otra de sus grandes presentaciones en septiembre (por lo menos, la parte presencial de la misma) y, con la producción pospuesta, la salida a la venta del iPhone también es previsible que se retrase.
El nuevo móvil -sucesor del iPhone 11 del año pasado- será el primero en integrar connectividad para con la red 5G, tendrá pantalla de LED orgánicos (OLED) y vendrá en tamaños distintos: una versión de 5,4 pulgadas; dos de 6,1 pulgadas; y una de 6,7.
El pasado 15 de abril, Apple anunció una actualización de su versión de iPhone más barato, el SE de segunda generación, que tiene un precio de 399 dólares (489 euros en Europa) y presenta características muy similares a las del iPhone 8.