Ocurrió en Tailandia. La mujer vive sola y sobrevivió a su encierro sin ingerir otra cosa que agua de la canilla.
Vivir solo puede ser una buena idea para las personas celosas de su privacidad y sosiego, pero también tiene sus desventajas. Eso lo comprobó recientemente una vecina de la ciudad de Bangkok, Tailandia, cuya identidad no fue divulgada por los medios locales.
El pasado 22 de agosto, la mujer entró al baño y cerró la puerta tras de sí, sin imaginar que ese movimiento marcaría el inicio de una pesadilla.
Cuando intentó salir del recinto, comprobó que la perilla del picaporte se había trabado y no había forma de abrir la puerta. Para colmo, ella había entrado al baño sin su celular (y obviamente sin caja de herramientas, latas de corned beef, cuchillo de supervivencia o pistola de bengalas).
Luego de intentar sin éxito forzar la puerta, gritó, golpeó y pidió ayuda hasta quedarse sin voz, pero nadie acudió.
Agotada después de dos días de tratar de llamar la atención de alguien, la mujer de 54 años escribió un mensaje de despedida en la pared del baño usando como tinta productos para el cuidado de la piel. Luego se resignó a esperar la muerte entre azulejos.
Sin embargo, la caballería llegó a tiempo. Su hermana se extrañó de no saber nada de ella y llamó a la policía. Cuando los agentes llegaron al domicilio y notaron que nadie respondía, forzaron la puerta metálica y registraron el inmueble. En su búsqueda derribaron la puerta del baño y se encontraron con la dueña de casa en un estado de absoluta debilidad, algo para nada extraño si se considera que la pobre llevaba tres días sin ingerir más que agua.
Los agentes llevaron a la mujer a un hospital y fotografiaron la escena. En una pared la mujer había escrito lo siguiente:
“He estado atrapada en el baño desde el 22 de agosto. Si muero, dejen que Jay Lek se ocupe de mi voluntad, y entreguen mi casa a Tuk y Tua Toon Tum. Bebí agua del grifo para sobrevivir. Sin agua, ya estaría muerta. Traté de forzar y romper la puerta para salir, traté de gritar, pero nadie me escuchó”.
Los médicos que atendieron a la mujer comprobaron que, más allá de su debilidad generalizada, su estado de salud era bueno, y esperan que se recupere por completo.