Desde Schiaffino anotando en Maracaná hasta O’Neill viajando lesionado a Corea-Japón 2002, recordamos a los nueve que usaron la 10 uruguaya.
Los números en las camisetas de los jugadores mundialistas se vieron por primera vez en la edición de Brasil 1950, cuando Uruguay celebró el título en el recordado Maracanazo. A 10 días del inicio de Catar 2022, este artículo recordará a aquellos futbolistas que usaron la casaca 10 celeste en esta clase de torneos.
El primero fue Juan Alberto Schiaffino, autor del tanto con el que Uruguay puso el 1-1 parcial en lo que fue triunfo sobre los brasileños en aquella histórica gesta del 16 de julio de 1950. A 12 días de cumplir 25 años, el entonces entreala de Peñarol marcó el más importante de sus nueve tantos con la selección en 21 presencias.
En el Mundial de 1950, Schiaffino jugó los cuatro partidos de la Celeste y aportó tres goles: dos ante Bolivia en el debut, que fue triunfo 8-0, y el del empate en la final. En el medio también fue titular en el 2-2 con España y en el 3-2 sobre Suecia.
Ya siendo futbolista del Milan italiano, Schiaffino volvió a lucir la casaca 10 en la Copa del Mundo de Suiza 1954, en la que disputó los cinco partidos de la Celeste. Pepe anotó en el 2-0 del debut sobre República Checa, jugó en el 7-0 ante Escocia y le marcó a Inglaterra en el 4-2 de cuartos de final. Luego se hizo presente en la derrota 4-2 a manos de Hungría por semifinales y también en el 1-3 sufrido con Austria en el partido por el tercer puesto.
Rocha: Cuatro veces mundialista y en tres ocasiones con la 10
En Chile 1962, la camiseta 10 fue para Pedro Virgilio Rocha, quien lució ese número también en 1966 y 1974. Cuando cambió por el 8 en 1970, no le dio suerte, ya que se lesionó en el primer partido frente a Israel y se perdió el resto del certamen.
El Verdugo, como lo apodaban, jugó su primera Copa del Mundo con 19 años siendo jugador de Peñarol. Estuvo presente en el 2-1 sobre Colombia y en la derrota 3-1 a manos de Yugoslavia, y no fue utilizado en el 2-1 a manos de la URSS que marcó la eliminación.
En 1974, que fue el último mundial de Rocha y estuvo marcado por una pobrísima campaña de la Celeste, disputó los tres cotejos de la fase de grupos: 0-2 con Países Bajos, 1-1 con Bulgaria y 0-3 ante Suecia.
Ildo, Enzo y Ruben
En 1970, el único Mundial que Rocha no jugó con la 10 en la espalda, el dueño de ese número fue Ildo Maneiro, quien jugó los seis partidos como titular y convirtió a los 23 minutos el primer gol en el debut con triunfo 2-0 sobre Israel. Por entonces defendía a Nacional.
En el que fue el primer Mundial con sustituciones, Maneiro disputó todos los minutos ante Israel, Italia (0-0) y Suecia (0-1) en fase de grupos, y contra la URSS en cuartos de final (1-0). Posteriormente fue sustituido por Víctor Espárrago a los 72 minutos en el 1-3 a manos de Brasil en semifinales y a los 67 por Rodolfo Sandoval en el cotejo por el tercer puesto, que fue derrota 1-0 con Alemania.
En 1986, la casaca 10 fue a parar a la espalda de Enzo Francescoli, que llegaba en un buen momento en River Plate y tras ese Mundial en México fue transferido al Racing de París. Apenas pudo convertir de penal en la histórica derrota 6-1 ante Dinamarca, pero fue titular en todos los partidos de los dos Mundiales que jugó.
El Príncipe jugó todos los minutos contra Alemania Federal (1-1) y Dinamarca (1-6) en fase de grupos, y los primeros 84 en el 0-0 contra Escocia para clasificar. También disputó los 90 en la derrota 1-0 a manos de Argentina por octavos de final.
Cuatro años más tarde, Francescoli pasó a utilizar la 9 y la 10 quedó para Rúben Paz, quien llegó al Mundial de Italia como jugador del Genoa y tras el mismo retornó a Racing de Avellaneda.
El artiguense, que por entonces tenía 30 años, jugó todos los minutos de la fase de grupos, que registró un 0-0 con España, 1-3 ante Bélgica y 1-0 sobre Corea del Sur, y estuvo en el banco de suplentes en la derrota frente a Italia por los octavos de final.
O’Neill, Forlán y Giorgian
En Corea-Japón 2002 se dio un hecho inédito: el dueño de la casaca 10 de Uruguay no tuvo participación. El por entonces jugador del Perugia, de 28 años, llegó acarreando dificultades en el tendón de Aquiles derecho, lesión que le impidió estar a la orden de Víctor Púa. Su número 10 apenas se vio en el partido ante Senegal, cuando Richard Morales anotó un gol y se lo dedicó al isabelino levantando su casaca y mostrando la 10 que tenía puesta por abajo.
En 2010 cambió drásticamente el protagonismo del 10, que fue lucido por Diego Forlán. El delantero que llegó a Sudáfrica con 31 años recién cumplidos y siendo campeón de la Europa League con Atlético de Madrid ganó el Balón de Oro gracias a sus cinco goles en siete partidos disputados, liderando al plantel que acabó cuarto.
Forlán jugó todos los minutos de la fase de grupos, que registró un 0-0 con Francia, 3-0 a Sudáfrica con doblete del 10 y 1-0 a México. Ante Corea del Sur (2-1) y Ghana (1-1 y triunfo por penales) también disputó la totalidad de los minutos. Recién fue sustituido a los 83 de la semifinal ante Países Bajos, en la que su gol para el 1-1 parcial no pudo evitar la derrota 3-2, mismo resultado sufrido ante Alemania en el partido por el tercer puesto, en el que también anotó.
Bastante menos fructífera fue la participación de Forlán cuatro años después, en Brasil 2014. Disputó los primeros 59 minutos en el 1-3 del estreno ante Costa Rica, fue suplente en las victorias sobre Inglaterra (2-1) e Italia (1-0) y jugó los 52 minutos iniciales en el 0-2 ante Colombia en octavos de final el 28 de junio, último día en el que se calzó la casaca celeste para totalizar 112 presencias.
El último 10 mundialista de Uruguay fue Giorgian de Arrascaeta, quien seguramente repita en Catar 2022 el número que lució hace cuatro años en Rusia. En la cita de 2018, el nacido en Nuevo Berlín tenía 24 años, defendía al Cruzeiro y jugó dos partidos: los primeros 58 minutos del 1-0 ante Egipto y la última media hora del 3-0 sobre Rusia.