Finalmente fueron dejados en libertad los cuatro jóvenes salteños que habían sido procesados con prisión por un delito de receptación, tras haber tomado las latas de refresco que un grupo de forajidos minutos antes le había robado a una vendedora ambulante en la Tribuna Ámsterdam del Estadio Centenario y tomarse unas selfies con las mismas.
El hecho causó alarma pública por entender que los jóvenes contribuyeron a que fuera justificado el robo de la horda de personas que recorrió el mundo y que motivó sanciones para los clubes.
Las personas fueron remitidas al juzgado penal luego de haber sido detenidas cuando regresaban a Salto en un ómnibus, allí se sometieron a un procedimiento judicial y fueron, por el momento de tensión que se estaba viviendo, procesados con prisión por el delito de recpetación.
Por lo general el delito de receptación cuando la persona tiene condición de primario absoluto como en este caso, es procesado sin prisión, sin embargo por el estado de alarma pública del caso en el que estuvieron implicados, recibieron la sanción máxima.