La paciente todavía estaba sedada. Por cruel ironía, era administrativa de ese mismo hospital.
La familia de Brenda Berges, de 38 años, aguarda el resultado de la autopsia y demás pericias llevadas a cabo para esclarecer las circunstancias del absurdo accidente que le costó la vida.
El pasado 13 de mayo, Brenda se sometió a una colonoscopía en el Hospital Domingo Mercante, en la localidad bonaerense de José C. Paz. Minutos después de salir del quirófano, y todavía bajo los efectos de los sedantes que le habían administrado, la mujer cayó de la camilla y se golpeó en la cabeza.
El impacto le provocó fracturas de cráneo y mandíbula, situación que hizo que fuera trasladada al hospital Bicentenario de la localidad de Esteban Echeverría, donde fue intervenida de urgencia. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos médicos, la joven murió una semana después.
Según consigna el portal Infobae, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires inició un sumario de investigación interna de todas las áreas que estuvieron afectadas en la atención de la paciente, y se radicó una denuncia judicial.
El caso es seguido de cerca por Lidia, la madre de la joven, que todavía no puede creer su desgracia: su hija ingresó para hacerse un simple estudio y terminó muerta.
“Le hicieron el estudio. Aparentemente salió todo bien. Y cuando le avisan al padre, le dicen que ella se cayó de la camilla y se golpeó la cabeza. Eso le provocó fractura de cráneo. Y de ahí se desató todo. En realidad, mi hijita murió ahí. Murió ese día. Entonces no sabemos qué pasó”, dijo Lidia entre lágrimas en declaraciones al citado medio.
“Yo conocía a todos en el hospital porque ella trabajaba ahí. El director del hospital me dice que se cayó de la camilla y se golpeó la cabeza sola. Entonces yo le dije que no me la cuidaron, porque ¿cómo van a poner a una persona anestesiada sin una baranda de contención? Eso no se hace”, relató la madre, quien no dudó en decir que “es una negligencia”.
“Actuaron mal y por eso el pedido de justicia, porque yo en realidad no sé qué pasó. Y el padre que estaba ahí tampoco, porque no le decían nada. No le dieron explicación, le dijeron ‘se cayó, se golpeó y hay que trasladarla con urgencia al otro hospital’, donde hubo una intervención quirúrgica. Estuvo cinco días en terapia intensiva, en coma, y murió”, agregó la mujer.
Versiones periodísticas coinciden en lo relatado por Lidia, en particular en el detalle no menor de que el personal del hospital dejó a la paciente aún sedada en una camilla sin barandas ni medio de sujeción alguno.