El empresario se transformó a partir de 2019 en un millonario excéntrico y gran lobbista con el mundo político.
El empresario Gonzalo Aguiar, asesinado a tiros por su expareja Romina Camejo, era conocido desde hacía varios años en el ámbito político uruguayo. Aguiar creció en La Unión y de joven se fue a vivir a Canadá, donde dio sus primeros pasos como corporativo.
En 2019 regresó a Uruguay con la idea de fundar una empresa de procesamiento de cáñamo en el rubro del cannabis medicinal. Aguiar compró un terreno en Salto con una inversión que llegó desde Canadá, estimada en un total superior a US$ 25 millones. Así fue que nació Boreal, una compañía que al momento de su inauguración en setiembre de 2020 contó con la presencia de varias autoridades, entre las que estaba el presidente Luis Lacalle Pou.
En alrededor de tres años, etapa que coincide con la pandemia, Aguiar empezó a demostrar un mayor nivel de vida con la compra de autos de lujo, seguridad privada y un gusto excesivo por las armas, contaron allegados a Montevideo Portal.
Incluso, en julio de 2022, el empresario fue detenido en Montevideo, en avenida Agraciada y Tapes, cuando circulaba en un BMW sin matrícula con seis armas de fuego en el interior del vehículo. En ese momento, un jerarca policial que vestía de particular intentó detener el vehículo de Aguiar, pero el auto siguió su marcha, por lo que el funcionario emprendió la persecución.
Tras estar algunas horas detenido, Aguiar fue liberado. El policía que lo detuvo terminó trabajando con el empresario como parte de su seguridad privada y a los meses, precisamente en marzo de 2023, la relación laboral terminó por una serie de discusiones.
Aguiar fue liberado en esa oportunidad porque las autoridades corroboraron que las armas estaban registradas y no tenían ningún indicio de ilegalidad. Quienes conocían al empresario comentaron que siempre circulaba armado y en autos blindados, además de que permanentemente tenía cerca seguridad privada.
A modo de ejemplo, el día que fue detenido en Agraciada, detrás del vehículo en el que circulaba Aguiar había una camioneta blanca con dos hombres que hacían el seguimiento del BMW.
Los guardias de seguridad que custodiaban al hombre y a su familia eran, en su mayoría, personas vinculadas al ambiente de los boliches nocturnos. Lo mismo sucedía con personas que trabajaban en la empresa.
A los seres queridos de Aguiar les preocupaba esto último y lo relacionaban con el consumo de sustancias, sobre todo cocaína, en el que había incurrido el empresario en el último tiempo, tal y como informó Telenoche en primera instancia.
Con las drogas también llegaron los problemas económicos y las operaciones de Boreal comenzaron a caer. A principios de 2023, un abogado y un contador intervinieron la empresa a pedido de los inversionistas canadienses. El mismo año, la empresa entró en concurso y se iniciaron una demanda civil y otra penal por presunto fraude y malversación de fondos cometidos por Aguiar.
El casamiento millonario y la compra de La Maison
En 2022, como parte de una de sus tantas excentricidades, el empresario compró La Maison de Punta del Este, una lujosa casa. Aguiar pagó más de US$ 4 millones por la vivienda, en la que vivía con Camejo.
La lujosa residencia se adornaba con autos de alta gama que solían estar estacionados en la entrada, muchos de los que manejaba Camejo, según dejan ver sus redes sociales.
Tiempo antes, Aguiar y Camejo se casaron en una chacra, fiesta que costó alrededor de US$ 150.000, según fuentes vinculadas a la pareja. El evento contó con la presencia de varias personalidades del mundo político y empresarial uruguayo, dado que en aquel entonces el asesinado ya era un lobbista conocido.
Sin embargo, tal y como informó el periodista Eduardo Preve y confirmó Montevideo Portal, el casamiento entre ellos fue “falso” porque Aguiar mantenía aún un matrimonio en Canadá con otra mujer. Ese vínculo se dio antes de que el empresario llegara a Uruguay en 2019.