Una vez más, la violencia le ganó al fútbol.
Anoche hubo disturbios en el Estadio Ernesto Dickinson a tal punto que el árbitro suspendió el juego por falta de garantías ante incidentes suscitados.
Jugaban los equipos de Nacional y Universitario en la final por la Categoría Sub 18 para definir el campeón.
Al término del primer tiempo ganaba el tricolor 1-0 y hubo reclamos a la terna arbitral por parte de Universitario y se fueron a vestuarios.
En determinado momento, particulares simpatizantes del equipo rojo, patearon y dañaron la puerta de ingreso a vestuarios (foto) ubicada debajo de la tribuna España y hubo cabildeos.
Ante esta situación el juez informó que no se jugaba el segundo tiempo por falta de garantías y terminó ganando la violencia.