Shani Goren de 29 años fue secuestrada el pasado 7 octubre por grupo Hamás en su casa en el kibutz Nir Oz, en Israel.
En diálogo con Ana Jerozolimski, columnista de Montevideo Portal y directora del Semanario Hebreo, la madre expresó: “Hay que seguir viviendo, pero mi corazón no está aquí, está con mi hija. No sé qué decir”.
Goren contó cómo fue el día en el que su hija, quien estaba en un kibutz de Nir Oz, ubicado a tres kilómetros de la Franja de Gaza, en el sur de Israel, fue secuestrada. Ese día, rememora la madre, en Beerseba, donde ella estaba, hubo una alarma. Primero prendió la televisión, después usó su teléfono celular para hablar con sus hijos, que son tres. La madre quería saber qué sucedía con ellos, cómo estaban.
“Al principio hablé por teléfono; con el tiempo entendí que era mejor no hablar, porque es mejor que no suene el teléfono para que los árabes no oigan que hay alguien”, expresó. De todas maneras, se comunicó cada media hora para que le contaran lo que estaba ocurriendo en el lugar durante el ataque.
Shani comunicó a su familia que había sentido ruidos, por lo que creía que había alguien en su casa.
“Yo no supe qué había pasado, si la habían llevado, si estaba muerta en su cama”, contó su madre. Pasó una hora, pasaron dos, pasaron tres, hasta que hubo silencio y una mujer entró a la casa de Shani. “Esa señora vio que no estaba, pero que no había sangre, que salió bien y no estaba herida”, dijo su madre.
Más tarde, Tamer detectó a su hija en un video que el grupo Hamás había enviado. En esa captura estaba Shani con más gente, con una mujer, un hombre y niños, “todos en la misma carreta”.
“Lo único que me hace no estar peor es que no se fue sola, que hay otra gente del kibutz con ella. Yo sé que de acá no puedo hacer nada para que mi hija se sienta mejor”, agregó.
Tamer señaló que quiere ver a su hija y que, si fuera por ella, hubiese sido “ayer”; lo “más pronto que pueda ser”. Desea que esté bien y no quiere oír que le puedan hacer algo “malo”.
El pedido de Uruguay a Israel
El gobierno uruguayo pidió este martes a Israel interceder por la “inmediata liberación” de la joven israelí-uruguaya.
“Por lo que sabemos, la señora Shani Goren se encuentra actualmente retenida como rehén en Gaza”, señala la Embajada de Uruguay en Israel en una nota enviada al Ministerio de Asuntos Exteriores israelí.
“Esta misión diplomática desea expresar su máxima preocupación por su situación y querría solicitar, a través de los esfuerzos de su Ministerio, su liberación inmediata”, agrega el comunicado oficial, al que accedió AFP.
El Consulado uruguayo en Israel supo este lunes que Shani Goren, de 29 años, es nieta de uruguayos y había sido secuestrada por Hamás después de que su familia “se acercó a pedir ayuda”, indicaron fuentes de la Cancillería uruguaya.
Desde entonces, se estudió la documentación presentada en el Consulado de Tel Aviv “para corroborar la filiación” de Goren. Según supo Montevideo Portal, Cancillería certificó con base en esos documentos que la joven posee “la calidad de nacional uruguaya”, según establece la Ley 19.362.
El diario El Observador informó que los abuelos uruguayos de Goren, ya fallecidos, se radicaron en Israel en 1953 y eran miembros del movimiento juvenil sionista Hanoar Hatzioni.
Según informó Canal 12, Goren es la menor de tres hermanos y trabajaba con niños en Nir Oz, el mismo kibutz del que son originarias las dos ancianas israelíes liberadas el lunes por Hamás.
Combatientes de Hamás se infiltraron en Israel desde la bloqueada Franja de Gaza el 7 de octubre y mataron al menos a 1.400 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes. Tomaron como rehenes a más de 220 personas.
Los bombardeos de Israel en represalia han dejado más de 5.700 muertos en Gaza, en su mayoría civiles palestinos, según el Ministerio de Sanidad controlado por Hamás.
El viernes 20, Hamás liberó a otras dos mujeres, una madre y su hija, ambas estadounidenses. El movimiento islamista asegura que algunos rehenes murieron en los bombardeos israelíes.