Pese a estar acostumbrado al calor, el país se achicharra esta semana con temperaturas que superan los 52 grados a la sombra.
Los veranos en Irak siempre son calurosos pero esta vez el mercurio se disparó a 52 grados a la sombra. Hizo tanto calor que esta semana Ali Karrar colocó a su bebé en la heladera durante unos minutos.
Eso fue cuando Ali Karrar, que vive en la ciudad de Al Hilla, al sur de Bagdad, aún tenía corriente, ya que el país se quedó a oscuras. Y sin electricidad de nada sirven los refrigeradores, aparatos de aire acondicionado ni ventiladores.
En Diwaniya, más al sur, Rahi Abdelhussein se pasa el día trayendo bolsas de cubitos de hielo para hidratar a sus hijos.
En todo el país, los comerciantes han instalado tuberías y grifos para que la gente pueda ducharse en la acera antes de comprar. En escasos minutos ya están secos de nuevo.
Lo peor, como siempre, se vivió en Basora, la única ciudad costera del país, donde si se superan los 50 grados la sensación térmica se multiplica por la humedad. Esto ha llevado a la gobernación a decretar cuatro días festivos esta semana para evitar que los habitantes salgan y los tubos de escape de los coches hagan subir la temperatura.
“Ponemos a los niños a dormir en el suelo para que tengan un poco de frescura y nosotros, los adultos, no pegamos ojo en toda la noche”, cuenta a la AFP Meshaal Hashem, estibador y padre de tres hijos en Basora.
– Echar la culpa al otro –
La situación catastrófica de este año es el resultado de decenas de acciones que han desencadenado reacciones. Como consecuencia, en mitad de la noche del jueves, no había vatios en las líneas eléctricas del país.
¿Quién es el responsable? se preguntan muchos de los 40 millones de iraquíes que en casi 20 años han visto desaparecer la mitad de los petrodólares del país en los bolsillos de políticos y empresarios corruptos.
“El ministerio de la Electricidad dice que ‘es la culpa del ministerio de Petróleo’, el Petróleo dice que ‘es la culpa del de Finanzas’, las Finanzas dicen ‘es la culpa de Irán’, Irán dice ‘es culpa del gobierno iraquí’, el gobierno dice ‘es culpa del pueblo’, el pueblo dice ‘es la culpa de los políticos’ y los políticos dicen que hay que lidiar con ello”, resume, irónicamente el investigador Sajad Jiyad en Twitter.
El ministerio de Electricidad nunca ha renovado sus circuitos, en los que pierde el 40% de la energía, mientras que el de Petróleo tiene dificultades para lanzar proyectos para transformar el gas natural y abastecer a las centrales eléctricas.
Irán, a quien Irak debe 6.000 millones de dólares (5.000 millones de euros) en impagos por gas y electricidad, decidió el martes cerrar el grifo. Bagdad responde que no puede pagar las deudas debido a las sanciones estadounidenses contra Irán y sus propios problemas financieros, dado que el covid-19 ha hundido durante un tiempo los precios del petróleo, su única fuente de divisas.
Y sobre todo, aduce el gobierno, muy pocos hogares pagan las facturas y las conexiones ilegales abundan.
– ¿A quién beneficia? –
En el sur del país, cuatro provincias quedaron sin corriente durante varios días debido sobre todo, según el ministerio de Electricidad, a ataques contra líneas de alta tensión.
Las autoridades califican de “terroristas” a los responsables, pero se desconoce quién está detrás del sabotaje. “Alguien intenta desestabilizar la calle y crear caos”, dijo recientemente por televisión el portavoz del ministerio de Electricidad, Ahmed Musa.
Ya hubo manifestaciones en las provincias de Misan, Wasit, donde cinco manifestantes y siete policías resultaron heridos en altercados, y otras zonas del sur.
Ningún ministro de Electricidad ha sobrevivido a la temporada de verano desde hace 18 años. Durante esta estación y los meses siguientes suele haber protestas en todo el país y el titular de esa cartera es el primero en caer.
Esta vez, el ministro Majid Hantoch, respaldado por el líder chiita Moqtada Sadr, tomó la iniciativa: presentó su dimisión antes del corte iraní.
Fue más que suficiente para avivar la retórica antigubernamental del movimiento sadrista, que parte como el gran favorito para las elecciones legislativas previstas en octubre.