ESCRIBE EL DIPUTADO DR ÀLVARO LIMA
Asistimos a una jornada de confirmaciones cuando en Torre Ejecutiva, sobre el mediodía del martes, se produjo el esperado encuentro entre el presidente de la República Luis Lacalle Pou y los tres Intendentes del Frente Amplio: Carolina Cosse por Montevideo, Yamandú Orsi por Canelones y Andrés Lima por Salto.
El jefe comunal salteño Andrés Lima, desde el instante mismo en que lo llamó el mandatario cursándole invitación, supo que su búsqueda de consensos políticos a través de distintos niveles de gobierno empezaba a ser respaldada donde quería que así sucediera.
Su inocultable disposición a superar las diferencias y centrar la voluntad y la actitud en doblegar la pandemia trascendía el Departamento de Salto y se hacía reunión de representatividad entre Gobierno Nacional y oposición visible en tres intendencias clave en el desarrollo del país, que nuclean a más del 60% de la población.
El diálogo nacional reclamado por varios actores de los diversos partidos políticos y de integrantes de gobierno se plasmaba en una oportunidad para analizar y evaluar, coordinar y avanzar, solicitar medidas y colaborar más estrechamente.
En definitiva uno cae en la cuenta de que el bienestar de toda la población debe desvelar siempre a quienes ejercen el poder, en este caso el presidente de nuestro país y los referentes de gobierno más relevantes de la fuerza política.
Allí estuvieron Luis, Carolina, Yamandú y Andrés para acordar profundizar las intervenciones en territorio, engrosar recursos humanos y económicos para vencer al Covid en los próximos meses.
Los procesos de vacunación son clave para lograr la inmunización y desde Salto hemos asistido a una constante iniciativa del intendente salteño de movilizar y arracimar a todas las instituciones involucradas desde el Centro de Coordinación de Emergencias del Departamento (Cecoed) en pos de más población vacunada.
Fue valiente y no dudó cuando de salvaguardar la vida y la salud pública se trató, sin mirar el almanaque que traía turismo y cuánto perdíamos todos desde lo económico. Obró por defender la vida, bien indisponible y preferente.
El intendente de Salto hizo lo que debía hacer. Por quienes lo votaron y por quienes no lo hicieron. Eso no importó. Lo trascendente pasaba por otro lado.
Porque las decisiones están para ser afrontadas y las responsabilidades para asumirlas sin perder de vista jamás el interés general.
Fue y reunió a todo el sistema político local y las buenas intenciones de sortear las barreras de pensar distinto recalaron en el plano nacional. Lo entendieron y lo imitaron, pese a mantener diferencias y no poder acordar todo cuanto se quisiera.
El tiempo logra desarrollar episodios que dan lugar, a veces un poco después, para entender el porqué de ciertas acciones.
Siempre se valoró lo esencial que es proteger el plano sanitario de la ciudadanía, de Salto y del país, sin descuidar la permanente gestión de alcanzar luz en lo social y económico.
También el encuentro de líderes de gobierno, de este martes 20 de abril de 2021, entre el presidente y los intendentes de la fuerza política se atrevió a pensar en la reconstrucción.
Serán necesarias acciones y planes para reactivar el mercado de trabajo, generar empleo, destinar recursos económicos para recomponer el entramado social lesionado.
Todas tareas que desencadena la pandemia y que nos exigirán buscar la salida en conjunto, con acuerdo en tres o cuatro puntos sobre los cuales caminar.
Sin descansar en diferencias que nos estancan y nos posicionan en vez de centrar energías en los intereses de la gente.
Bienaventurado este comienzo de diálogo gubernamental y político que se originó. La población lo estaba esperando y desde Salto se contribuyó quitando confrontación a un marco que requiere otra postura para dejar atrás eso que nos ha hecho sufrir.
Una pandemia que nadie quería, pero que nos unió para encarar lo que vendrá. El camino es el del diálogo y el trabajo conjunto.