El hombre agredía física y verbalmente a su hija y sus dos hijastras.
La Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género de 1º Turno, a cargo de la fiscal Gabriela Fossati, solicitó una pena de 8 años de penitenciaría para un hombre por reiterados delitos de violencia doméstica especialmente agravada por ser las víctimas mujeres y dos de ellas menores de 18 años, uno de ellos en concurso formal con dos delitos de lesiones personales agravadas, en reiteración real con reiterados delitos de atentado violento al pudor y un delito de tráfico interno de arma de fuego.
Según la demanda acusatoria, publicada por Fiscalía “las hermanas a, b y c tenían 13 y 11 años aproximadamente cuando falleció su madre. Hasta ese momento vivían con ella y un compañero. Luego de su muerte, pasaron a vivir con su abuela materna un tiempo, abandonando el domicilio de esta, en primer lugar, a por problemas de convivencia y posteriormente las mellizas b y c”.
“La primera se fue a vivir con su padre, A C., Si bien no lo conocía, en los primeros tiempos la convivencia fue buena. A pedido de ella, el padre aceptó llevarse también a vivir con él a las hermanas de su hija, las mellizas, que no eran sus hijas y carecían de contacto con su progenitor biológico, dándoles más tarde su apellido en trámite cuyo devenir no se conoce”, dice Fiscalía.
Cuando “a” llegó a los 15 años, comenzó a tener un vínculo conflictivo con el padre “generado en el control excesivo que este le realizaba en lo que refiere a sus vínculos sociales, sus comunicaciones por celular y sus salidas”.
“Las diferencias despertaban la ira del imputado al extremo de agredirla físicamente en varias oportunidades, verbalmente, llegando incluso a expulsarla del hogar familiar”, dice Fiscalía.
El relacionamiento con b tampoco era bueno. “Le molestaba que no cumpliera las indicaciones que le realizaba, despertando también su ira hasta llevarlo a la agresión física de la adolescente, a quien le dejaba marcas corporales por los golpes de puño y patadas”, dice el documento fiscal.
Con “c” el vínculo era mejor. Compartían actividades y no la agredía físicamente. Sin embargo, “con el paso del tiempo, fue generando un vínculo posesivo con las tres hermanas, el que derivó en actos de índole sexual”.
Las tres hermanas creen que les suministraba un fármaco en la bebida algunas noches y que eso les provocaba un sueño tan profundo que al despertar no recordaban ni que habían cenado la noche anterior, señala el documento.
El 11 de junio del 2019 se produjo un incidente entre el imputado y una de las mellizas. El hombre agredió físicamente a la joven, le provocó un hematoma en pabellón auricular. Al ver lo que ocurría, b pretendió interceder en defensa de su melliza, siendo también agredida físicamente por el imputado, el que se retiró dejándolas llorando.
Momentos después llegó al domicilio la hermana mayor, la que fue informada por ambas de lo acontecido.
Cuando el imputado regresó a la vivienda, la hermana mayor lo increpó por lo hecho, motivando que el hombre la agrediera de igual manera con golpes de puño, provocándole lesiones varias.
Una de las mellizas llamó a quien era su novio, C JC , quien escuchó a través de la línea al ahora imputado amenazándola de muerte si no se retiraba del domicilio, y ante la recomendación de este, dio cuenta a la autoridad policial, concurriendo al lugar funcionarios policiales, quienes observaron las lesiones de las damnificadas, aguardaron el regreso del imputado, lo detuvieron a su arribo e incautaron un escopeta calibre 28 y un cinturón cartuchera con 25 cartuchos que tenía en el interior del domicilio, escondida al costado de un ropero.